¡Mia!
Bueno, ya mencionamos a Ana, ahora hablemos de Mia. Mia viene de bulimia, tomando las tres últimas letras de la palabra. buliMIA.
Como en el caso de las princesas Anas, están las Princesas Mias. Guerreras, luchadoras, de cristal, y un sin fín de sinónimos de estas palabras se usan para describir a una princesa Mia o Ana. Las princesas no son sólo débiles.
Como vi yo un día en un blog pro Ana y pro Mia: No somos débiles, somos fuertes, luchamos contra el hambre y contra lo que nos puede traer Ana y Mia, hasta cáncer, soportamos las burlas y las críticas, pero seguimos adelante, eso no es ser débil, somos las personas más fuertes que existen.
Y bueno, la bulimia, o para hacerlo más lindo: Mia, como ya sabemos es también una enfermedad psicológica, y la podemos clasificar:
Mia de tipo Purgativo:
se llama así a las Mías que utilizan en vez de vómito, los laxantes, los diuréticos, enemas, jarabe de ipecacuana o incluso la teniasis para eliminar lo más pronto posible el alimento del organismo.
Mías de tipo NO Purgativo:
Entre el 6% y el 8% de los casos de bulimia se llevan a cabo otras conductas para evitar el vómito, como el ejercicio físico intenso, no hacer nada o ayunar mucho; es un método menos efectivo para contrarrestar y deshacerse de las calorías. El tipo no purgativo se da sólo en, aproximadamente, el 6 y 8 por ciento de los casos de bulimia, pues es poco efectivo para eliminar las calorías de los alimentos ingeridos. Este tipo de Mia suele presentarse también en quienes presentan el tipo purgativo -aunque suene contradictorio-, pero es una forma secundaria de controlar el peso.
"¿Es posible matar tus demonios sin matarte a la vez?"
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