El Poder del Pensamiento Positivo a través de un enfoque diferente

El llamado pensamiento positivo, es el método que consistente en repetirse frases positivas, o convencerse a sí mismo con sentencias o afirmaciones bonitas para superar una situación difícil o circunstancias que producen sufrimiento.

Es posible asegurar que los así llamados pensamientos positivos tratan de provocar emociones artificiales, emociones generadas por pensamientos enlatados, en un intento de acallar las emociones reales que están en el conflicto, sin entender la causa de dicho sufrimiento. Sería algo similar a que un médico les dijera ante una infección de oído, "si siente que duele, cante algo alegre".

El sufrimiento psicológico, como el dolor físico, es un aviso de que algo anda mal.  La solución a ese problema no puede ser acallar o ignorar el malestar, sino entender y resolver el origen de ese malestar. Siguiendo el ejemplo anterior, si uno aprende a curar la infección y la raíz de la dolencia, dejará de dolerle el oído y podrá disfrutar cantando.

Otras de las afirmaciones recurrentes del método del pensamiento positivo son tales como "cada uno elige cómo quiere vivir o cómo se quiere sentir", o "el sufrimiento es opcional, uno puede decidir no sufrir". Algo que parece  lejos de la realidad. Cuando alguien está padeciendo cualquier malestar psicológico, no puede elegir cómo se quiere sentir, incluso ni siquiera elige muchas de las cosas que piensa. Con ese tipo de pensamientos positivos se puede reprimir el malestar si éste no es muy intenso, pero esto no le permitirá sentirse bien a largo plazo. Lo que sí da resultado es que una persona aprenda a resolver el malestar, entonces sí estará forjándose y preparándose para una vida cada vez más satisfactoria.

Es doloroso ver que en muchos casos, los que no han conseguido aprender a reprimir el sufrimiento, lejos de entender que el método de pensar en positivo, o de "elegir cómo te quieres sentir", no le son efectivos, han llegado a la conclusión de que el problema son ellos. Que son ellos los que son incapaces de llevarlo a cabo, generando autocrítica y desvalorización personal, lo que acaba por ser un problema sumado al que ya existe.

Cuando se trata de resolver un conflicto, una situación que le hace sufrir, pensar negativamente es perjudicial, lo que hay que hacer es explorar el problema, tratar de entenderlo, descubrir los errores que se puedan estar cometiendo, qué emociones nos produce y cómo resolverlas, con qué actitud estamos afrontando el conflicto y cómo afecta esa actitud al resultado, a la situación. Para poder hacer esto, es necesario también afrontar correctamente las emociones que nos provoca ese problema, pues si rechazamos las emociones o perseguimos otras emociones positivas, no podremos explorar, indagar, ni descubrir nada nuevo dentro del problema. Y si no descubrimos nada nuevo, los viejos patrones y su sufrimiento continuarán allí estados.

Si usted se refiere a las sensaciones y emociones desagradables, hay que sentirlas, no pensarlas, no rechazarlas, no cambiarlas. Hay que explorarlas sintiendo, hay que perder el miedo a sentir el malestar y verán qué ocurre. Esto es lo que les dará verdadera inteligencia el llegar a la raíz de las situaciones que enfrentamos y es desde ese enfoque que las resolvemos

Habitualmente, llegados a este punto, la mayoría de las personas ve la veracidad y lógica en este nuevo enfoque, pero entonces comienzan a pensar,  que hacer eso es muy difícil. Ese pensamiento de que es difícil, surge de un temor inconsciente a no ser capaz, a fracasar. Sin embargo, todos los seres humanos están capacitados para aprender a resolver su malestar.

La realidad es que no saben si es difícil o no, porque no lo han intentado de este modo hasta ahora. Por tanto, no piensen que es difícil, mejor dense cuenta de que en realidad aún no la saben.

En muchas de las ocasiones  buscamos excusas por temor a intentar algo nuevo, incierto.