Los aromas juegan un papel fundamental en nuestra vida, ya que inconscientemente causan un gran efecto en nuestro estado anímico y en los recuerdos, marcándonos referencias de lugares, personas, momentos… Si los usamos de manera adecuada podemos potenciar determinados estados de ánimo y revivir experiencias y emociones ya olvidadas.

Se cree que existen siete tipos de aromas, dentro de los cuales, aquellos que proceden de esencias que nos ayudan a conectar directamente con la naturaleza y nos proporcionan un estado de relajación natural que contribuye a mejorar nuestro estado anímico y nuestro equilibrio.

La albahaca es catalogada como una hierba sagrada por el gran poder que tiene de atraer la suerte, abundancia y prosperidad. Ésta hierba posee una gran cualidad energética que da apertura a la alegría y confianza de las personas. Descubre cómo puedes usar la albahaca para la buena suerte.

La albahaca es nativa de la India, y es una planta dedicada al dios Vishnú y a Krishna.Antiguamente, las sacerdotisas utilizaban albahaca durante sus rituales para llamar al dinero, la buena suerte y el éxito. También para conseguir un ascenso, aumento de sueldo y triunfos en proyectos.

Que no falte en nuestro sahumerio unas ramas de albahaca.

Quemar canela nos aporta protección, suerte, prosperidad, amor y pasión.

El aceite esencial de canela nos ayuda a combatir la fatiga mental. Ayuda a despejar la mente. Nos aporta vitalidad y entusiasmo.

Fomenta la creatividad y ayuda a la aparición de ideas nuevas.

Ayuda a aclarar ideas, es bueno para la meditación. Afrodisíaco. Para curar. Da seguridad. Para mejorar nuestra economía. Atrae el dinero y clientela para el negocio.

Inconscientemente transmites tu energía. Algunas de tus cualidades son magnéticas y otras repelentes. 

Has atraído hacia ti toda cosa y persona que está en tu vida

La vibración que emites está formada por tu energía consciente e inconsciente, en parte repelente, en parte magnética, y en parte neutra. La ley que hay detrás de ello es la que dice: atraemos lo que es similar a nosotros.

Atraemos a nuestra vida, personas y situaciones que tienen vibraciones similares a las nuestras. Las cualidades negativas como la penuria, la desesperación, la depresión, la rudeza o la desconsideración conducen a una frecuencia baja.

Si poseemos alguno de estos elementos en nuestra naturaleza, magnetizaremos a alguien de energía similar hacia nuestra vida. Las cualidades como el amor, la gentileza, la dicha, el deleite o la generosidad transmiten una energía de frecuencia elevada y también magnetizan a personas de energía similar.

El universo nos ofrece espejos para que nos contemplemos en ellos, mira a tu alrededor y observa a los personajes que te rodean. Están interpretando un papel en la obra de tu vida por algún motivo.

Cuanto más, vehementemente, negamos que somos como imanes para cierto tipo de persona o situación, más nos pide nuestro Yo superior, que observemos atentamente a nuestra sombra. La desesperación es algo que repele.

Cuando alguien está desesperado por tener pareja, los demás captan esa desesperación a un nivel sutil y se retiran. Cuando cambian esa energía por otra amorosa, abierta y de aceptación, atraen a la persona adecuada. La ley de atracción funciona en diferentes ámbitos. Si no estás en armonía con la vida, puedes atraer alimentos que te sientan mal.

Si tienes pensamientos autocríticos, te estás atacando a ti mismo. Puedes atraer a mosquitos que te piquen. Estás sirviendo de espejo, para la energía que estás emitiendo. Si estás soterrando la cólera puedes atraer un ataque. Si tienes pensamientos negativos, atraes a personas y situaciones negativas.

Si tienes mala salud, en el momento en que estés listo para soltarla, atraerás al sanador perfecto a tu vida. Si quieres que un proyecto tenga éxito pero tienes sentimientos ocultos de aburrimiento, o si estás asustado o cansado, la energía subyacente, contrarrestará el éxito del proyecto.

Siempre que algo no se manifieste como tú esperas, examina tus sentimientos soterrados y cámbialos. Entonces, magnetiza aquello que quieres.

Lo interior atrae a lo exterior. Si algo de tu mundo exterior no es como quieres que sea, busca dentro y cambia tu manera de sentir con respecto a ti mismo. Entonces, automáticamente, atraerás a personas y experiencias diferentes hacia ti.

Si te infravaloras y piensas que no eres lo suficientemente bueno, atraerás a una persona abusiva que te hará lo mismo.

Recuérdate tus buenas cualidades y magnetiza a alguien que te aprecie. No emitas energía negativa, ni pienses en atraer algún desastre hacia ti. Irradia luz positiva y confía en que un milagro se acerque a ti. 

No te tienes que apurar, ni preocupar, lo contrario, relájate, porque lo que es para ti te encontrará. ¿Cómo lo hará? Sintiendo tu vibración, así que la única manera de acelerar el proceso es vibrar de manera constante con aquello que quieres.

Debemos ser cuidadosos, porque dependiendo de cómo vibremos será lo que atraeremos a nuestras vidas. Luego, lo que decimos que es para nosotros puede ser el resultado de un proceso mental y emotivo contraproducente, que termina por crearnos una realidad que nos hubiese gustado evitar.

Nada llega nuestras vidas por azar

Todo lo creamos, el universo nos coloca en las experiencias que necesitamos vivir, de acuerdo a lo que predomina en nuestros pensamientos y hacia donde dirigimos nuestra energías. La vida es un gran SÍ, muy peligroso si no aprendemos a canalizarlo. Irónicamente nuestra mente no entrenada anda por lo general contrariada, inconforme, haciéndonos sentir mal inclusive en medio de un paraíso.

Estamos en una playa espectacular y se nos viene a la cabeza el recuerdo de alguna pareja que nos dejó, de alguien que falleció, o nos sentimos culpables por estar allí mientras otros están pasando serias dificultades… Nos arruinamos el momento, cambiamos nuestra vibración al sentirnos mal.

Deberíamos poner en práctica lo contrario, estar en una situación adversa y tener la capacidad de pensar en positivo, de sentirnos bien a pesar de las condiciones externas. Éste es el reto, que nuestra mente esté tan disciplinada que nos facilite la vida y nos permita estar bien en cualquier circunstancia… A partir de allí atraeremos mejores vivencias a nuestra experiencia vital.

Lo que es para ti, para bien o no, te encontrará

Dirige tus pensamientos hacia lo que quieres, evita centrarte en lo que no quieres, porque cualquier cosa que predomine, será lo que atraerás. Si estás resistiéndote a algo, si estás en un proceso de negación, si tienes miedo de que algo ocurra, le estás dando poder, estás abriendo un canal para que eso llegue a tu vida.

Cualquier cosa que te ha ocurrido, la has atraído. De nada te sirve negar esta premisa, mejor trata de poner en práctica la teoría para generar los cambios que deseas. Céntrate en lo que deseas, aparta las dudas, aparta los miedos, cree en ti y en tu poder creador. Practica y nota los resultados. Dale fuerza a lo que te gusta, habla de lo que quieres, sueña despierto imaginando lo que te agradaría vivir, comienza a crear lo que quieres, que lo que sea para ti te encontrará, respondiendo a tu proceso creador.

Cuando hablamos del maltrato en cualquiera de sus presentaciones, podemos sacar un amplio listado de sus consecuencias, específicamente sobre quien está siendo víctima del mismo, dependiendo del tipo de maltrato recibido, del perfil del o los maltratadores y de las condiciones particulares de la víctima, considerando género, edad, situación socio económica, etc.

En esta oportunidad hablaremos del maltrato psicológico, que puede o no ir acompañado de cualquier otro tipo de maltrato, pero por sí solo abarca una amplia gama de consecuencias para quienes atraviesan o se han visto involucrados en este tipo de maltrato:

Deterioro de autoestima: Una persona que es víctima de un maltrato psicológico trae consigo patrones distorsionados en relación al trato que merece, aunque esto puede no ser evidente. En cualquier caso el maltratador va socavando la autoestima de su víctima, generalmente de forma gradual, midiendo resistencia y hasta dónde puede llegar.

Inseguridad:  La víctima pierde seguridad, no solo en sí misma, sino en su entorno, inclusive en las personas que pudiesen ayudarle. Cada vez se siente menos capaz de resolver el problema y va sometiéndose a una especie de anulación como ser humano.

Desconfianza en futuras relaciones: 

La autoestima deteriorada de la víctima la hace permanecer largos lapsos de tiempo con el maltratador, si logra romper el vínculo, normalmente queda tan afectada que ocurren una de estas dos cosas: repiten el patrón o se colocan una coraza impenetrable.

Indefensión aprendida:  Cada vez se convencen más de que no pueden salir del problema en el cual se sienten sumergidos. La víctima intenta minimizar el dolor y llega a minimizar el daño que recibe a través de la justificación y la idealización.

Sentimiento de culpa, esto se presenta de dos maneras: 

La víctima siente que sus acciones ameritan algún tipo de maltrato o bien, se siente culpable por permitir esa situación y no encontrar las vías para superarlo.

Tristeza: Es bastante común notar a una persona maltratada afectada por una tristeza que puede ser puntual o permanente, llegando a cuadros depresivos.

Depresión: Quienes son víctimas de maltratos psicológicos a menudo presentan tendencia a la depresión. Se sienten indefensos, desolados, aislados y con pocas capacidades para hacerle frente de manera efectiva a la depresión.

Ansiedad: Hay una tendencia mayor a trastornos de ansiedad en personas maltratadas que en personas que no lo presentan. La inconformidad y el control perdido pueden dar pie a que el cuerpo reaccione rechazado el modo de vivir, en este caso a través de la ansiedad.

Aislamiento: Las personas maltratadas suelen aislarse de las personas que podrían ayudarle a salir de la situación que enfrentan. Lo hacen especialmente por vergüenza, pena al qué dirán, por no querer dar demostraciones de debilidad, por miedo a que el maltratador se entere y le genere más problemas. La víctima de maltrato, aunque no esté sola, se siente sola.

Sumisión: Estado de rendición en donde la resignación se apodera de la dinámica, lo que dice el maltratador se asume como cierto, como válido, se le dice amén.

Suicidio: Uno de las peores consecuencias, las estadísticas nos hablan de la influencia del maltrato en quienes atentan contra su vida, encontrando en ello la única alternativa para salir de la situación.

Como vemos no son pocas ni sin importancia las consecuencias del maltrato psicológico, entendamos que este problema puede afectar a cualquier persona y que nadie, quiere estar en el rol de la víctima. Por lo tanto evitemos los juicios si estamos frente a un caso de maltrato y busquemos la manera de ayudar a la resolución del problema.

Si estamos inmersos nosotros mismos, entendamos que tenemos muchas opciones, comencemos por buscar ayuda efectiva y entendamos que no recibimos el regalo de la vida para someternos ante el maltrato de alguien más. Todos merecemos relaciones de cualquier tipo cargadas de respeto y de amor y cualquier cosa que se desvíe de ello, atente contra nuestro bienestar o nuestra seguridad debe ser alejada de nuestras vidas.

Muchas veces entramos en situaciones de difícil salida, pero sin duda, son de mucho más difícil permanencia, así que procuremos siempre lo que nos haga bien.

Se dice que las personas mentirosas no cambian, solo mejora sus estrategias. A quien adopta la mentira como forma de relacionarse, de considerarse aceptable ante otros, de generar confianza, le cuesta mostrarse tal cual es, viviendo su vida y envolviendo a quienes le rodean en una tela de araña de donde resulta difícil zafarse.

Una mentira normalmente conduce a otra y tienen el típico efecto de bola de nieve, a veces todo comienza por algo que inocuo, incapaz de generar males mayores, pero al asumir esa mentira, se vienen en cadena otras más.

Las mentiras tienen pies cortos, eso afirman esperanzados algunos, sin embargo, la mentira perfecta es aquella que nunca resulta descubierta, por lo cual no se puede contar con una estadística asociada. Lo que podemos es estar atentos, sin resultar paranoicos ante las señales de quienes son importantes para nosotros, de quienes tienen alcance sobre nuestras vidas o bien de quienes cuentan con nuestra confianza.

Por lo general un buen mentiroso contará con estas características:

Personas inteligentes: El mentiroso hará uso de su inteligencia cognitiva para armar su mentira previendo las potenciales fallas de su plan.

No en vano existe el refrán popular: “Cada ladrón juzga por su condición”, es por ello que quienes están acostumbrados a mentir y más aún cuando sus mentiras normalmente no son descubiertas, tienden a desconfiar en la palabra de otros.

Para ser un buen mentiroso será necesario contar con una memoria a prueba de todo, a donde se pueda recurrir para recordar lo dicho en un principio, sin caer en contradicciones y minimizar los riesgos de ser descubiertos.

Por lo general sus mentiras tienen mucho contenido de realidad, lo que hace que sean más sencillas de recordar y de sostener, pero el engaño está allí debajo de la aparente transparencia.

El estado emocional del mentiroso es un factor importante, las personalidades o tránsitos nerviosos, la ansiedad, la depresión, la ira, no son buenos acompañantes para quien pretende engañar a través de sus palabras.

No agregan drama a su planificación, con mentalidad fría y sin miramientos pueden armar su red de mentiras sin importarle el impacto o consecuencias que pueda generar a través de ella.

Suelen no presentar dificultades en la interacción social, pudiendo expresarse sin contratiempos en diferentes audiencias, la timidez no suele ser uno de los rasgos característicos del mentiroso, tienen espíritu de aventura y no tienen miedo a expresarse, especialmente a través de mentiras.

Las características mencionadas previamente no necesariamente son exclusivas del mentiroso, sin embargo, en ellos, éstas resultan un factor común.

Todos en algún momento mentimos, al hablar exageramos, nos reservamos información o la administramos para nuestro bien o el de otras personas involucradas, sin embargo, con un grado patológico, están los mentirosos que pueden rayar en la mitomanía, siendo este el caso más extremo, donde hasta ellos mismos terminan creyendo sus propias mentiras.

A nadie le gusta resultar engañado, la mentira solo puede justificarse en casos puntuales, donde la integridad se ve amenazada, el vincularse con un buen mentiroso, puede sin duda resultar en consecuencias dolorosas y perjudiciales. Por lo que la detección temprana puede resultar de mucha utilidad, recordando siempre que un mentiroso por lo general ha adoptado esa conducta como forma de vida.