Reflexión al llegar a mis 60 años...
by
Angela
- sábado, febrero 18, 2017
Llegar a los 60 es tener dos veces 30 años, cuatro veces 15. Hoy danzó al compás de la música que me ha traÃdo hasta este hoy.
Los primeros 15 años de los 4 que hoy cumplo fueron soñadores, dueña del mundo, con la convicción de que se cumplirÃa mi voluntad, mis sueños...
Un sueño puede ser algo lejano y se puede convertir en realidad, pero, jamás se hará nuestra voluntad, sino la voluntad de Dios.
En mis primeros dos veces 15, llegó la madurez que entró triunfante por la puerta para sorprenderme al ver el mundo real y me mostró su singular rostro. Los 30, eran para crear, crecer, prosperar, trabajar, diseñar, formar mi propia familia, casarme, tener mis hijos... Son las décadas perfectas para la toma de decisiones y prosperar, porque con juventud y experiencia, estamos convencidos que lograremos todas nuestras metas. En los 30, uno se pregunta: Que será de mi vida cuando tenga 60? Tendré mi esposo, mi casa, mis hijos, mis nietos, viajaré….? Esa decisión fue la mejor? Hay que vivirlo!,
El tiempo siempre ha sido sabio, conciliador, fiel y honesto y lo seguirá siendo. Él te ayuda a conocer, a descubrir, aprender, a leer cada página escrita en nuestra vida; pero escrita con tinta indeleble que jamás podrás borrar. Lo vivido es lo vivido e imposible de cambiar u olvidar. Dios siempre tiene un propósito para nuestras vidas, sólo que lo vamos descubriendo dÃa a dÃa, nunca antes ni después, sino en su justo momento.
Desde hoy reconozco el ayer implacable e imagino el futuro muy frágil y débil. Comienza una nueva década en mi vida que quizás sea la última; o la última que viviré intensamente con pequeñas dolencias propias de los años acumulados, siempre pidiéndole a mi Dios; que no pasen de pequeñas a grandes. Quiero vivir y morir con dignidad mis últimos años. Dios gracias por escucharme.
No creo en esos adjetivos calificativos para llamarnos viejos: “adulto contemporáneo”, “tercera edad”, “acumulación de años”, entre muchos. VIEJO ES VIEJO y la única manera que conozco de vivir es cumplir años, años y más años. Existen millones de personas que descubrieron el secreto de la “Eterna Juventud” y nadie los conocerá con arrugas y ancianos, pero para ello tuvieron que ofrendar sus vidas en plena juventud y gloria, entre muchos conocidos tenemos a Marilyn Monroe, Diana de Gales, John Kennedy, personas exitosas, amadas, jóvenes, y hoy dueños de la eterna juventud en la memoria de muchos.
Tener 60 años es permitirme hacer lo que quiera, sin estar pendiente del “qué dirán”. Para lo que hoy me importa!. Es, hablar con el espejo y hacerme la sorda, ciega y muda porque la foto del dÃa salió con los ojos caÃdos, pasada de kilos, con más canas que ayer y cara de cansada. A veces la verdad es cruel, por eso, si no me gusta el discurso de mi amigo Espejo, lo dejo hablando sólito.
Hoy llego a los 60, un privilegio que me regaló Dios. No todos los que nacimos en 1956 lo hemos logrado. Además viene con enseñanzas de vida, amor, cariño, pasión, tristezas, alegrÃas, logros, fracasos, éxitos, todo fraterno y honesto. No conocà a mis hijos, tampoco a mis nietos, pero los amé sin conocerlos y por amor a mi, los dejé ir, porque sólo fue una fantasÃa de vida que si podÃa hacer realidad; pero en ninguna lÃnea del libro de mi vida que tengo debajo de mis brazos, estaba escrita. (no tuve hijos)
Hoy no quiero disimular frente a los otros; conozco mi cuerpo, como funcionan mis intestinos, mi tiroides, mis articulaciones, a veces muy adolorida, pero siempre mis dolencias han sido benignas. Desde hace muchos años no me desampara ese bendito atragantamiento y malestar, no es fácil, pero existe y a veces se aleja otras veces permanece por dÃas conmigo.
Tener 60 años es burlarse de todas las dietas. Tener 60 años es no pedir permiso para encender la luz a media noche y agarrar la computadora y escribir sin destinatario “lo que te dé la gana”.
Hoy llego a mis 60 años en compañÃa de Mi Esposo. El dice que me encontró yo digo que llegó porque tenÃa que llegar. A veces no creo mucho en religiones, pero sé, que existe un Ser Supremo y para creer no tengo que ver. Él llegó porque debÃa llegar, y como dice por allà una frase de autor desconocido “Si estamos destinados a encontrarnos, hagamos lo que hagamos, aún caminando por rutas diferentes, la vida se encargará de que tomemos el mismo camino para encontrarnos”, y asà sucedió.
Tener 60 años es tener solo los años que me quedan por vivir. Pueden ser 6,7,10, esa es mi verdadera edad. Pero inexorablemente comienzo a despedirme de buenos amigos que fueron y son parte importante de mi vida, llegaron y muchos tuvieron que marcharse. Y esos afectos que aún comparten mi vida, espero me acompañen por muchos años más y que esa estación del tren donde debo bajar, aún éste muy lejos.
Esto lo escribà en primera persona, pero hay tantas personas que amo, que han sido y han compartido cada momento de alegrÃa o tristezas, que quisiera nombrarlas a todas pero me es imposible. Recordaré a mis viejitos amados, hoy en la vida eterna y siempre presentes en la mÃa; mi bella hermana, TE AMO; mi hermano menor, siempre tan solidario y amado; mis hermanos , amados por siempre; los sobrinos que perpetuarán esta familia y que son dueños del futuro. Mis tias y tios tan especiales, primos, amigos, conocidos, a mi esposo. A todos ellos, gracias por ser parte de mi vida.
Hoy digo que el misterio de la vida es la muerte. Asà que queridos y amados hermanos, sobrinos, familia y amigos, utilicen sus invitaciones a la fiesta de mi vida, que ustedes son únicos e irreemplazables. Los que son, son; los que fueron, fueron; los que amé, amé; los que olvidé, olvidé; mis amores eternos, son eternos; los que me traicionaron, me traicionaron; todo en paz, todo en su lugar, el escenario perfecto para que comience La CELEBRACIÓN DE VIDA. Mis 60 años..
Emely Verde