Relacion con un Narcisista o una Relación Tóxica

Terminar una relación abusiva es difícil. Descubre por qué y qué puedes hacer.

Cuando nos enamoramos, es natural apegarse y formar un vínculo romántico. Pero una vez enamorados de un narcisista, no es fácil irse, a pesar del abuso.

Aunque seas infeliz, puedes tener dudas con respecto a irte porque todavía amas a tu pareja, tienes hijos pequeños, careces de recursos y/o disfrutas de los beneficios de cierto estilo de vida. Los amigos pueden preguntarse por qué te quedas o cecirte con un, “solo vete”. Esas palabras pueden sentirse humillantes y dolorosas, porque también piensas que deberías hacerlo. Es posible que desees irte, pero te sientes atascada y no entiendes por qué. Esto se debe a que hay razones más profundas que te mantienen unido a diferencia de otras relaciones.

Los narcisistas pueden ser extremadamente encantadores, interesantes y vivaces al estar cerca de ellos.

Inicialmente, ellos  pueden tratarte con amabilidad y calidez, o incluso bombardearte de amor. Por supuesto, quieres estar con ellos para siempre y fácilmente te vuelves dependiente de su atención y validación. Una vez que estás enganchada y te sientes segura, no están motivados para ser amables contigo. Sus rasgos encantadores se desvanecen o desaparecen y son reemplazados o mezclados con diversos grados de frialdad, crítica, demandas y abuso narcisista.

Tienes esperanza y eres complaciente y sigues tratando de recuperar su atención amorosa. Mientras tanto, tu autoestima e independencia se ven socavadas diariamente. Puedes ser víctima de un tipo de abuso psicológico y comenzar a dudar de tus propias percepciones debido a la culpa y las mentiras. Cuando objetas algo, eres atacada, intimidada o confundida por la manipulación.

Con el tiempo, intentas evitar conflictos y te vuelves más condescendiente. A medida que crecen la negación y la disonancia cognitiva, haces y permites cosas que no hubieras imaginado cuando se conocieron por primera vez. Tu vergüenza aumenta a medida que disminuye tu autoestima. Te preguntas qué le pasó a la persona feliz, que se autorespetaba y era segura de sí misma.

La investigación confirma que es común que las víctimas se apeguen a su abusador, particularmente cuando hay refuerzo positivo intermitente. Puedes estar unida por el trauma, lo que significa que después de haber sido sometida a menosprecio y control prolongado, te has vuelto infantil y adicto a cualquier signo de aprobación de tu abusador. Esto se conoce como Síndrome de Estocolmo, llamado así por los rehenes que desarrollaron sentimientos positivos por sus captores.

Eres especialmente susceptible a esto si la dinámica de la relación es repetir un patrón que experimentaste con un padre o madre distante, abusivo, ausente o retentivo. El vínculo de trauma con tu pareja supera los aspectos negativos de la relación. Los estudios muestran que en promedio, las víctimas de abuso físico no se van hasta después del séptimo incidente de violencia. No solo temen represalias, sino también la pérdida de la conexión emocional con su pareja, que puede sentirse peor que el abuso.

Adicionalmente, los codependientes, que por lo general son presa de narcisistas y abusadores, a menudo se sienten atrapados y les resulta difícil dejar cualquier relación. Pueden ser leales a alguien así debido a su codependencia.

Los narcisistas y los abusadores son básicamente codependientes. Si te distancias de ellos, hacen lo que se necesita para traerte de vuelta, porque no quieren ser abandonados. Los narcisistas quieren mantenerte interesado en alimentar su ego y satisfacer sus necesidades. Ser dejado es una gran humillación y golpe a su frágil yo. Ellos intentarán detenerte con amabilidad y encanto, vergüenza y manipulación mediante culpa, amenazas y castigos, o con necesidad, promesas, manipilacion o súplicas, lo que sea necesario para controlarte para que ellos “ganen".

Si logras irte, generalmente continúan sus juegos para ejercer poder sobre ti, lo que compensa sus inseguridades ocultas. Pueden chismear y calumniarte con familiares y amigos, atraerten de nuevo a la relación (como una aspiradora). Aparecen en tus redes sociales, intentan ponerte celoso con fotos de ellos divirtiéndose con otra persona, hablar con tus amigos y parientes, enviar mensajes de texto o llamarte, prometer cambios, expresar culpa y amor, pedir ayuda o aparecer "accidentalmente" en tuss lugares habituales.

No quieren ser olvidados, pero te mantienen esperando y esperando. Justo cuando piensas que has seguido adelante, estás de nuevo inmerso. Esto puede reflejar el espaciado intencional de los contactos. Incluso si no quieren estar contigo, es posible que no quieran que los dejes ir o que estés con nadie más. El hecho de que les respondas puede darles suficiente satisfacción. Cuando te contacten, recuerda que son incapaces de darte lo que necesitas.

Puedes sentirte culpable o decirte a ti mismo que tu ex realmente todavía te ama y que eres especial para él o ella. ¿Quién no querría pensar eso? Eres vulnerable a olvidar todo el dolor que tenías y por qué te fuiste. Si te resistes a su atención, alimentas su ambición. Pero una vez que caigas en su trampa y se sienten en control, volverán a sus viejas formas frías y abusivas. Solo los límites consistentes y firmes te protegerán y los desincentivarán.

Mientras estás bajo su hechizo un abusador tiene control sobre ti. Para empoderarte, necesitas educarte. Sal de la negación para ver la realidad como lo que es. La información es poder. Si no estás seguro de si deseas irte, toma las medidas para lidiar con un narcisista para mejorar tu relación y evaluar si es rescatable. Independientemente de tu decisión, es importante para tu propia salud mental redimir tu autonomía y autoestima. 

Únete a un grupo de apoyo, incluido un terapeuta, un grupo de 12 pasos como Codependientes Anónimos y amigos empáticos, no aquellos que atacan a tu cónyuge o te juzgan por quedarte.

Sé más autónomo. Crea una vida aparte de tu relación que incluya amigos, aficiones, trabajo y otros intereses. Ya sea que te quedes o te vayas, necesitas una vida plena para complementar o reemplazar tu relación.

Construye tu autoestima. Aprende a valorarte a ti mismo y honra tus necesidades y sentimientos. Desarrolla confianza en tus percepciones y supera la duda y la culpa.

Aprende a ser asertivo y establece límites.

Aprende a nutrirte a ti misma. Esta es una habilidad para la vida y también te aísla del abuso.

Identifica las defensas del abusador y tus desencadenantes. Sepárate de ellos.

Si estás físicamente amenazado o dañado, busca refugio inmediatamente. El abuso físico se repite. Lee sobre el ciclo de violencia y las acciones a tomar.

No hagas amenazas vacías. Cuando decidas irte, asegúrate de que estás listo para poner fin a la relación y no ser atraído de nuevo.

Si decides irte, busca un abogado experimentado que sea especialista en derecho familiar. La mediación no es una buena opción cuando hay un historial de abuso.

Ya sea que te vayas o te quedes, date tiempo para llorar, desarrollar resiliencia y recuperarte de la ruptura.

Mantén un estricto no contacto, o solo el mínimamente necesario, el contacto impersonal que se requiere para la co crianza de los hijos que siga un acuerdo formal de custodia-visitas.