Propiedades Mágicas de las Rosas ☆

La rosa siempre ha sido utilizada y considerada en el mundo mágico como una flor capaz de atraer la buena suerte, el amor y la salud. El mayor icono de la pureza.

Se utiliza para potenciar la intuición femenina, ya que es una flor muy ligada a la energía femenina o energía Yin. Darnos un baño con agua de rosas o usar su fragancia desarrollará dicha intuición y, no solo eso, sino que atraerá lo anteriormente mencionado: el amor, la salud y la buena suerte.

También es usada dentro del mundo de la Wicca en rituales para potenciar el amor (NUNCA amarres ni rituales que obren en contra de la voluntad de otra persona) o para pedir que se cumplan nuestros deseos. Para ello hay un ritual muy bonito que se realiza en Luna Llena, en el que debes coger un ramillete de rosas (no importa el número, pero a ser posible que sean impares y mínimo 3) y solicitar con todas tus mejores intenciones el deseo que tanto anhelas. Luego, dicho ramillete, lo hierves en una olla, lo dejas reposar y enfriar, y te viertes dicha agua por encima dejándola secar sobre tu piel. Los resultados deberían hacer su aparición en la siguiente Luna Nueva.

Necesitas:

Medio kilo de pétalos de rosa.

Medio litro de agua destilada.

Una cacerola con tapadera.

Una botella de cristal que tenga cierre hermético.

Los pétalos más usados para este tipo de recetas son los de rosas rojas, ya que tienen mayor fragancia. Vertemos el agua destilada en la cacerola junto con los pétalos de rosa y los cocinamos a fuego alto. Cuando veas que va a empezar a hervir bajas el fuego y lo tapas, pues es necesario que el vapor se mantenga encerrado en la cacerola. Lo dejamos cocinar unos 10 minutos y apagamos el fuego definitivamente. Lo dejamos en reposo alrededor de 1 hora. Cuando haya pasado ese tiempo filtramos el preparado y nos quedamos tan solo con el agua resultante de la cocción. Introducimos el agua en la botella de cristal y la guardamos en el frigorífico una vez se haya enfriado ya estará lista para usar.

Materiales:

Pétalos de rosa.

Aceite vegetal.

Cacerola.

Recipiente de cristal.

Gasa.

Aceite esencial de rosas

Para este preparado colocaremos un recipiente al fuego con un poco de agua, cuando esté caliente retiramos y colocamos un recipiente de cristal en su interior. Vertemos unos centímetros de aceite en el recipiente de cristal al baño maría y dejamos que se caliente, acto seguido echamos un puñadito de pétalos de rosa. Agitamos para que los pétalos comiencen a liberar su aroma. Tapamos el frasco de cristal y dejamos en un lugar cálido, por ejemplo junto a una ventana que reciba sol directo. 

Dejaremos reposar los pétalos en aceite durante veinticuatro horas. Pasado ese tiempo recogemos los pétalos en una gasa y los exprimimos. Repetiremos todos los pasos anteriores con nuevos pétalos para conseguir una mayor concentración de aceites esenciales de rosa. Hasta cinco o seis veces podemos repetir el proceso, dependerá de lo aromático que queramos que sea el aceite. El aceite resultante lo guardaremos en un tarro o frasco de cristal oscuro.