El Poder Espiritual de Los Arboles

A los árboles siempre se le han atribuido ciertas cualidades mágicas y espirituales. Nuestra superstición de tocar madera empezó para asegurar que no había espíritus dentro del árbol antes de talarlo.

Todo árbol posee su espíritu. Es el hogar de un ser vivo que supervisa todas las actividades y energías que inciden en el árbol. Este espíritu crece dentro de su dulce corteza y desaparece con su muerte.

Los espíritus de los árboles poseen una gran dignidad. Generalmente son afectuosos con los humanos, y se sienten atraídos por ellos; no es inusual que los humanos tengan su árbol favorito y que estos tengan su humano favorito.

Los espíritus de los árboles no están ligados al árbol, aunque se mantienen cerca de ellos, pueden salir a una distancia corta cuando lo deseen. Normalmente, durante el día, están tan ocupados con las actividades normales del crecimiento, que no se pueden distinguir tan claramente. Por la noche, cuando el mundo exterior esta en la etapa nocturna y la naturaleza mas solitaria, son más libres. Tienen mayores posibilidades de moverse.

Muchas personas se ponen nerviosas cuando pasean por la noche, especialmente en zonas arboladas y boscosas; En parte, se debe a una respuesta a las energías de los espíritus de los árboles cuando comienzan a emerger de los árboles y su presencia se hace más acentuada.

No son dañinos, sino que se sienten atraídos hacia los humanos; también son bastante afectuosos. Es más fácil sentir su presencia cuando las actividades cotidianas se han parado. A menudo poseen una vibración tan poderosa que las personas sienten escalofríos y estremecimientos cuando se encuentran cerca.

Puedes dejar ofendas en el árbol, miel, dulces, alguna bebidas. O simplemente ir con el y abrazarlo, el se sentirá amado y por correspondencia te descargará de toda la energía negativa que traigas.

El árbol da su infinito amor a través de sus flores, sus frutos, su sombra, su oxígeno, su madera.

Está profundamente enraizado y nutrido por la madre tierra y sus brazos abiertos reciben el infinito poder creador del padre sol.

Manifiesta un equilibrio perfecto en el dar y recibir enseñándonos la integración armoniosa de sus energías femenina y masculina.

Una vez que te reconectas con tu verdadera esencia te das cuenta de que todo lo que eres y tienes te ha sido dado por la fuente infinita de amor de la cual has emergido.

Y el propósito divino de tu existencia es que todo ese amor sea expandido hacia toda la creación.

Cuando miras hacia dentro y te vuelves consciente de tu infinita fuerza y abundancia dejas de ser un mendigo, porque dejas de pedir y empiezas a dar, y es cuando mayor felicidad experimentas en tu vida.

Da todo lo que tienes, enseña todo lo que sabes y te sentirás realizado y pleno, porque es el mismo Dios colmándote y dándolo todo a través de ti.

Cuando te sientas confundida y necesites fuerza y visión, busca un Árbol silvestre que haya sido plantado por el viento, observarlo... siente sus raíces bajo la tierra y sus brazos generosos que se extienden en el espacio. Siente como sus raíces fueron profundas a buscar el agua y los nutrientes qué necesito para crecer fuerte y cómo sus raíces están conectadas con otros árboles formando una gran red.

Abrázalo e intenta sentir todas las tormentas, tempestades y sequías que trae en su historia y como sin poner resistencias siguió estando allí. Para en la primavera llenarse de vida y colores sin contarle a nadie sus batallas. Respira y abrázalo... y en ese abrazo conéctate con todos esos árboles y su sabiduría.

Aprende de ellos. Para qué la raíz de tu espíritu se agarre con fuerza a la vida en la tierra, camina tejiendo redes para cuando necesites fuerza te soplen ese aliento de vida, no te resistas a las tempestades, acepta tus otoños donde caerá lo que ya no va más incluso tus versiones antiguas, vive tus inviernos volcando tu mirada hacia a ti, a tu interior... aceptando tus oscuridades y flores en primavera para llenarte de colores para el verano.