La dificultad para calmar la mente por las preocupaciones del día. Ansiedad Nocturna
Si, a pesar del cansancio y el agotamiento después de un estresante día de trabajo, no puedes relajarte y dormir, te quedas dando vueltas en la cama y permaneces en estado de alerta, podrías estar sufriendo ansiedad nocturna.
La condición se caracteriza por la dificultad de tranquilizar la mente como consecuencia de las preocupaciones del día a día.
Cómo identificar la ansiedad nocturna
Cuando no lidiamos con la ansiedad generada a lo largo del día en el momento en que ocurre, se termina presentando en el período nocturno, el espacio reservado para el descanso y un sueño reparador.
La preocupación, el miedo y el nerviosismo que aparecen a la hora de dormir son experiencias comunes de quienes sufren ansiedad nocturna, así como la dificultad para dormirse y los despertares súbitos durante la noche.
La inseguridad sobre el futuro y la anticipación de acontecimientos negativos son factores que dificultan «desenchufarse» de los problemas del día a día y relajar el cuerpo y la mente para poder dormir. La falta de sueño, entonces, hace que la persona se sienta tensa, nerviosa y entre en un círculo vicioso de ansiedad que impide el descanso.
Cómo combatir la ansiedad nocturna
Algunas medidas simples que ayudan a mitigar la ansiedad nocturna son acostarse solo cuando se siente sueño y optar por alimentos livianos en la cena, así como practicar técnicas de meditación y respiración profunda antes de dormir.
Es importante, además, mantener una rutina regular de sueño con horarios específicos. El cuarto debe estar oscuro, en silencio y libre de distracciones. También se debe evitar llevar la computadora o el celular a la cama, porque pueden aumentar la ansiedad y comprometer el descanso con su iluminación artificial.
Si el problema prevalece, lo más recomendado siempre es buscar a un psicólogo y/o psiquiatra que puedan ayudar en las situaciones más graves.
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