Cuando tengas la visita de personas indeseables o enemigos en tu hogar, y quieras que se vayan sin tener que decirles nada, este antiguo y fácil hechizo lo hará por ti, verás como al poco rato de hacerlo, ellos mismos se empiezan a sentir incómodos y se irán de tu casa.
Toma de la cocina una pizca de sal y ve a la puerta de entrada de tu hogar. Por fuera de tu casa echa la sal, diciendo en voz baja:
funciona como protectora
y no es para perjudicar mi casa,
así quiero que estas visitas
se alejen rápidamente de mi hogar”.
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