El Mundo de los Espejos

El mundo, nuestro mundo, está lleno de espejos. Todos somos espejos.

Todos estamos hechos, en esencia, de los mismo. *Energía.*

Entonces, ¿Qué diferencias hay, en lo esencial, entre nosotros? 

Tal vez puede que, en lo más profundo de nuestro ser, no haya absolutamente ninguna diferencia entre nosotros.

Te exponemos  como una hipótesis, no como algo que tenga que ser necesariamente cierto. 

La cuestión es:

- ¿Por qué nos mostramos reactivos ante lo que confronta con nuestra forma de pensar, ser o actuar con otras personas, si en esencia no hay tantas diferencias con nadie? ¿Podría ser que eso que nos separa, sea precisamente lo que pueda unirnos?

En otros momentos de la historia, podríamos decir que, las personas se han enfrentado por la supervivencia más estricta, por el control que otorga el poder político, por la supremacía que confiere el poder económico, por la imposición religiosa…

Pero, y ¿hoy?

- ¿Continuamos repitiendo los mismos patrones que hemos tenido a lo largo de la historia? ¿Por qué? ¿Para qué?

Continuar con el mismo comportamiento no nos va a permitir salir de “Samsara” (la rueda del nacimiento, muerte y encarnación). Esto último es solo una referencia que consideramos útil para explicarnos

Puede que haya una probabilidad alta de que sea a través de nuestras relaciones con los demás, que podamos mirarnos en sus espejos y comprendamos que la energía de la que está hecho todo, es la misma que lo une precisamente todo.

Aquellos que forman parte de nuestra vida pueden ayudarnos a entendernos y a despertarnos, mostrándonos nuestro propio reflejo a través de su espejo. Esto lo hemos aprendido en los momentos más difíciles en nuestra vida.

Esos mismos momentos en los que ha sufrido, son precisamente los mismos que nos han mostrado cómo a través de los demás podemos trascender nuestros propios miedos y oscuridad.