¿Cuáles son los Elementos en la Astrología?

Para la Astrología, los cuatro Elementos filtran la energía de los planetas en la carta astral: Fuego, Tierra, Agua y Aire, y cada uno de los signos Solares es parte de uno de ellos. Las características naturales de cada elemento al que pertenece cada signo influyen en la personalidad de los nativos de ese signo y representa diferentes actitudes frente a la vida.

El Elemento al que pertenece cada signo también es muy importante para comprender su compatibilidad. Al igual que en la naturaleza, el Fuego se alimenta del Aire, pero es extinguido por el Agua, que a su vez está mejor conectada a la Tierra, nutriéndola y proporcionándole estabilidad.

Juntos, los cuatro Elementos representan las fuerzas del mundo natural y, de cierto modo, dependen de la existencia uno del otro para encontrar su propio equilibrio y crear un flujo general equilibrado de energía.

Los nativos de Fuego son dinámicos, emprendedores, físicamente activos y llenos de entusiasmo. Para ellos, es esencial creer en lo que hacen. Solo entonces se sienten motivados para actuar. Cuando algo o alguna cosa ya no tiene sentido para ellos, no hay forma de persistir. Pueden rendirse o incluso sucumbir a la depresión.

Los signos de Fuego están dominados por la pasión y tienden a expresarse de manera exagerada y excesiva. De temperamento colérico, sus genios se encienden fácilmente: todos los que viven con una persona de este Elemento son conscientes de sus arrebatos típicos de mal humor.

Fuego está dominado por la voluntad de hacer y la forma positiva en que ve la vida. El fuego es la creación y la expresión de la fuerza vital: es el elemento más activo de todos y el que consume más energía. Fuego en equilibrio, es optimista, intuitivo, espontáneo, cariñoso e inspirado. Menos Fuego da lugar a una personalidad "aburrida", sin brillo en los ojos, con falta de iniciativa y coraje. Sin energía ni creatividad, es incapaz de regenerarse.

El elemento Fuego se caracteriza por la voluntad de hacer, iniciar, materializar, lo que puede llevar a las personas a "atropellar" a otros sin darse cuenta, en la mayoría de los casos. Impaciente, no puede esperar el resultado y no se da cuenta de que hay otras personas involucradas en el proceso y en su camino.

El nativo de Fuego tiene un perfil para funciones de liderazgo, organización y gestión de equipos, o definición de procesos de trabajo. Aunque funciona en equipo, Fuego necesita autonomía, poder de decisión y responsabilidad por su trabajo.

El elemento Fuego excesivo puede hacer que una persona tenga dificultades para crear bases, comenzar desde el principio o saber esperar los resultados. Todo tiene que suceder de inmediato. Sin la paciencia para esperar, no alcanza su potencial ni puede ver los frutos de su trabajo. La impulsividad y el deseo de estar siempre haciendo algo nuevo, le quita la capacidad de madurar sus ideas y acciones, e invertir en algo a largo plazo.

Por otro lado, una presencia débil del Elemento Fuego en la carta astral puede hacer que la persona sea apática, con poca energía para lograr. Pasivo, debe esperar a que las circunstancias sean favorables o que alguien lo "empuje" a actuar. Son personalidades sin independencia, sin motivación interna, sin capacidad de iniciativa y con dificultad para hacer algo sin ningún tipo de estímulo externo.

En la esfera del amor, los signos de Fuego están acostumbrados a pasar pasiones, donde se interesan fácilmente en algo y, en el momento siguiente, pierden el interés por completo. Aventureros, desean lo nuevo, no temen al peligro ni a la exposición. En general, los signos de Fuego no permiten tiempo para el dolor y el sufrimiento, tanto propios como ajenos.

La característica más evidente del Elemento Agua es la sensibilidad. La empatía, la intuición, la fantasía, el sueño, los afectos, los sentimientos son el campo de acción por excelencia de esta personalidad. La abstracción del bien material se destaca en este Elemento.

Los signos de Agua están esencialmente guiados por los sentimientos y la intuición. Necesitan sentir las cosas en su totalidad y responder a los estímulos, sobre todo, emocionales. Por esta razón, tienden a ser más sensibles, a sentir el dolor de los demás con mayor facilidad y a cultivar la compasión, a menudo inclinándose hacia el altruismo.

Agua es el más sensible de todos los elementos. Es el Elemento del sexto sentido, de intuición.

En equilibrio, el Agua es tranquila, dulce, cordial, sensible y empática. Sin este Elemento, las emociones están contenidas y rígidas.

A diferencia de los signos de Fuego, llenos de actividad y con una fe capaz de "mover montañas", el Agua representa emociones, sensaciones, percepción. El predominio de este elemento en la personalidad, tiende hacia la melancolía, la depresión y la desmotivación fácil. Esta inconstancia emocional, estrechamente relacionada con el sentimentalismo relacionado con este Elemento, hace que sea más difícil para las personas del Agua mantener un flujo constante y lineal durante mucho tiempo.

Cuando el agua aparece en exceso en la carta astral, la persona puede ser extraordinariamente sensible y lastimarse emocionalmente muy fácilmente. Todo le afecta. Los signos de Agua son como esponjas. Cuando se inserta en un ambiente positivo, donde todo está en armonía, la persona está bien y se siente emocionalmente equilibrada. Si, por el contrario, vive en un ambiente tóxico, lleno de energías negativas, se siente mal y se vuelve pesimista.

Elemento Frío y Húmedo, es una personalidad que se adapta fácilmente a las opiniones de las personas y las características del medio ambiente.

El elemento Agua tiene otra característica propia; recoge diversas influencias del medio ambiente y de las personas con las que se relaciona, pero no las organiza ni les da coherencia. Es, en el fondo, una personalidad compuesta de innumerables partes sueltas que no están unidas entre sí con un hilo conductor. La persona puede terminar perdiendo su sentido de identidad al agregar múltiples influencias dentro de sí misma, pero sin poder moldearlas y formar su propia personalidad. Esta característica puede dar lugar a un dilema, dificultar la toma de decisiones y causar ansiedad sobre los pensamientos.

Los Signos de Agua tienen un lado misterioso, como si estuvieran constantemente buscando distancia social. En general, muestran amabilidad, empatía y generosidad, pero cuando están lesionados o en peligro, pueden volverse impredecibles, impulsivos y de sentimientos exacerbados.

La ausencia del Elemento Agua en la carta astral puede ser un indicador de falta de sensibilidad. Aunque la racionalidad es importante, las emociones y los sentimientos son una parte fundamental de la existencia humana. La dificultad para expresar emociones, la personalidad "fría" puede ser un reflejo de la falta de este Elemento.

La Tierra es el elemento más estable y energéticamente seguro, el que tiene la vibración más lenta y, por lo tanto, el más denso. Este elemento simboliza el significado práctico de la vida, la estabilidad y el lado material de todo. La búsqueda constante de estabilidad y seguridad hace que este elemento sea difícil de manejar con cambios repentinos.

Aliado a este elemento está la productividad y el poder. Con una energía que influye en la capacidad sólida y consistente de logro, para el elemento Tierra, obtener ganancias es de suma importancia. En la Tierra hay una mayor afinidad con los límites, con el mundo material y los sentidos físicos.

El simbolismo de la Tierra está vinculado a la estabilidad, la construcción, la permanencia. Esta es una personalidad práctica y de sentido común, que trabaja sin prisas y continuamente para lograr sus objetivos, sin perder nunca el foco en el objetivo.

Tierra tiende a ser introspectivo, paciente, pasivo y empático, y tiene una relación muy particular con el tiempo. De naturaleza tranquila y fría, los signos de la Tierra son resistentes, dotados de una fuerte fuerza de voluntad y superación. Son "constructores" leales y mantienen su fuerza interior en tiempos difíciles. A diferencia de la personalidad del Elemento Fuego, la Tierra crea pacientemente los cimientos para luego construir y mantener su crecimiento.

La Tierra es el Elemento más preocupado por la seguridad y el más práctico de todos. Del caos, crea forma; tiene vocación de dar forma a la materia. Su energía se centra en satisfacer las necesidades básicas: seguridad, alimentación y calor. La Tierra en equilibrio es tolerante, paciente, eficiente, constante y realista. La falta de este elemento sugiere una personalidad cargada de sus propias emociones, con energía dispersa e inestable.

Dada su naturaleza, las personalidades de la Tierra deben establecerse, echar raíces, sentir la seguridad de sus pies bien enterrados en el suelo. Esta es la base sobre la cual consolidan todas sus posibilidades de desarrollo material y personal. La tierra es riqueza, abundancia y paciencia. Son personas sensoriales, que sienten al tacto. Valoran la proximidad física, el contacto con el entorno y las personas, más que la conexión en el plano mental.

También son personas prácticas, que manejan extremadamente bien el plan material y que trabajan duro para obtener recursos que les brinden la seguridad que desean. Como tal, los nativos de este elemento no son expertos en el cambio. La Tierra firma el orden de valores e intenta seguir los estándares establecidos, sin correr demasiados riesgos.

Debido a una postura altamente objetiva, el plan de creatividad puede verse comprometido, sin espacio para ideas locas. A pesar de ser personas tolerantes y pacientes, la terquedad y la inercia los hacen nativos de ideas fijas e instigarlos hasta sus límites puede provocar reacciones desagradables.

En exceso en la carta astral, la influencia del Elemento Tierra puede conducir a la sobrevaloración de los bienes materiales, como un medio esencial para la sensación de seguridad. No es solo el deseo de tener más dinero, sino todo lo que involucra lo físico, como la sexualidad o el estatus social. También puede aumentar la tendencia al pesimismo, la cristalización de hábitos y comportamientos, el establecimiento de una rutina, el estancamiento, la necesidad de hacer siempre lo mismo.

Los cambios importantes en la rutina diaria, la imprevisibilidad de los eventos o los simples contratiempos, pueden convertirse en ansiedad, generada por la sensación de falta de control y la sensación de inseguridad. La Tierra necesita previsibilidad, saber lo que cuenta, sentir que está a cargo de su vida.

Por otro lado, la ausencia del Elemento Tierra en la carta natal puede revelarse en la negativa a permanecer, en la imposibilidad de resistir la llamada al cambio. Esto puede reflejarse, por ejemplo, en la dificultad para construir una carrera sólida, ya que la persona no tiene la paciencia necesaria para construir las bases y esperar los resultados. Incapaz de esperar la madurez profesional, salta rápidamente a una nueva empresa o se siente poco reconocido en su papel (esta también es una de las características asociadas con el exceso de fuego en su personalidad).

En la esfera amorosa, los nativos de este Elemento son demasiado pragmáticos y prácticos para impresionarse solo con palabras y promesas. Su principal interés radica en la seguridad, estabilidad y consistencia de las cosas.