Algunos vivirán por sus hijos, otros por su trabajo, aquellos por sus proyectos o por ver a sus nietos crecer, otros simplemente porque en la mañana abren los ojos y hay que levantarse. Existe poca trascendencia en nuestra vida, nuestro objetivo o motivo de vida es muy básico y externo a nosotros mismos.
Muchas enfermedades físicas y psíquicas se deben precisamente a la pérdida de un objetivo de vida un poco más trascendental, más sublime.
Nunca debemos confundir nuestras responsabilidades y deberes con nuestro “Motivo de vida”. Son cosas diferentes, aunque a veces se confunden.
Educar y alimentar a nuestros hijos, trabajar, comprar una vivienda, es parte de nuestras responsabilidades como ciudadanos, pero tener éstos como objetivo de vida nos muestra una pobreza interior, una falta de comprensión sobre lo que es la vida.
Nuestro objetivo de vida debe ser el crecer y desarrollarnos espiritualmente, debe ser el limpiar nuestra mente y nuestras emociones de aspectos negativos, el purificar nuestra alma.
Otro de los objetivos muy importantes de nuestra vida es encontrar nuestra “verdadera vocación”, descubrir nuestra misión en la vida, más allá de compromisos familiares o de nuestra profesión, que tal vez, no es la correcta.
Encontrar la vocación es descubrir uno de los tesoros más maravilloso de la vida, ya que trabajaremos con amor y nos hará felices. “El que ama lo que hace, trabaja feliz y será exitoso”.
No es bueno hacer las cosas por obligación ni por compromiso, sino por amor. Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo, porque te mueve la fuerza natural de la vida.
La divinidad nos puso un ser humano a cargo y eres tú mismo. A ti debes hacerte libre y feliz. Después podrás compartir la vida verdadera con los demás.
“La esencia de la vida es ser feliz”, ese es un buen objetivo, lograr nuestra felicidad, nuestra libertad, nuestra plenitud.
La mayoría de la gente tiene objetivos de vida externos a sí mismo y ahí se enredan, se confunden y tarde o temprano este objetivo caduca, ya que por ser externo a sí mismo está regido por el tiempo y la caducidad. Los hijos se van, el trabajo se termina, la pareja se muere.
Ponte metas espirituales: eliminar determinados vicios, corregir malos hábitos, aumentar el amor al prójimo, despertar la conciencia, ser más comprensivo, más reflexivo, transmutar la energía sexual.
No es necesario vivir corriendo todo el día, con el cuerpo totalmente contracturado, con dolor de espalda, deseando un día de 25 horas o más.
En estos tiempos, todo es para ayer, todo es apurado, todo es urgente y dejamos de lado lo que realmente es impostergable: Ser felices, vivir en paz, superarnos, corregirnos, desarrollar el valor.
La vida es una escuela, pero considerarla como un fin en sí misma, sin el trabajo sobre sí mismo, es una falta de comprensión tremenda.
¿Cuál es el motivo de tu vida? ¿Por qué vives? Reflexiona sobre esto y saca tu propia conclusión, para evitar que el ego te confunda y te haga creer que vas bien; cuando, tal vez, no lo estás.
“Trágica es la existencia de aquel que muere sin haber conocido el motivo de su vida” (VMSAW).
“No importa de dónde vienes, si no para dónde vas”.
Reflexiona estas frases a solas en tu hogar hasta que las comprendas a fondo. Si no tienes claro el sentido de tu vida o no sabes para dónde vas; no estás mal, sino pésimo. Y ese es uno de los objetivos de este libro, ayudarte a darle un nuevo sentido más trascendental a tu vida y que se fundamenta en la liberación de tu propia cárcel psicológica.
“Dar sentido es dar significado”.
El gran engaño del ego es hacer creer a la persona mayor, que él “ya cumplió”, porque tiene a todos sus hijos grandes, profesionales y casados, porque no tiene deuda y casa propia. Con esta mentalidad sólo se espera, y algunos desean, la muerte física, perdiendo en forma lamentable la maravillosa oportunidad de trabajar su propia psiquis.
¿Cuál es el objetivo de tu vida? ¿Por qué vives? ¿Para qué vives? Escribe las respuestas de estas preguntas en un cuaderno, ya que estas respuestas nos van a dar luces sobre el objetivo de nuestra vida.
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