Acumular objetos, el Desorden y el Feng Shui

by - lunes, abril 27, 2020

Un problema que se presenta a muchas personas a la hora de poner orden es la dificultad para deshacerse de objetos, lo que en Feng Shui, se denomina “hacer el vacío” o “despejar el espacio”.


Cuando alguien se dispone a hacer una limpieza a fondo o una mudanza, siempre le surge la pregunta “¿De dónde han salido tantos trastos?”. Por supuesto, no han llegado por arte de magia, el caso es que, muchas veces, la acumulación ocurre de forma lenta y progresiva. Si te interesa el Feng Shui, debes saber que uno de los principios que hay que aplicar es el de deshacerse de lo innecesario. Si has llegado a la situación en la que el montón de cosas que guardas te supera, es posible que no sepas aplicar el filtro para distinguir entre lo superfluo y lo necesario o que te sea difícil determinar si necesitas seguir teniendo algo o no. 

La incapacidad para deshacerse de objetos se asocia al miedo y al dolor, son apegos que te inutilizan, que te mantienen anclado en el pasado con miedo al futuro y te impiden dar la bienvenida a los cambios. Quizá te ayude a decidirte a emprender la tarea de despejar el espacio si conoces las consecuencias que tiene el acumular objetos y su significado metafórico.

Por ejemplo, la entrada principal debe permanecer completamente despejada, ya que representa la forma en la que te acercas al mundo exterior. Si eres de los que dejas las cosas pendientes de hacer aquí, metafóricamente significa que hay un esfuerzo extra, ya que antes de salir (y encontrarte con lo que sea que te depare el día) tienes tareas atrasadas. O puede que amontones en la entrada los materiales que reciclas (periódicos, botellas de plástico, etc), por analogía esto significa que tu vida es un continuo reciclar el pasado. Por otro lado, si lo primero que ves al entrar en tu casa son trastos, tu energía caerá en picado. 

Las puertas, a nivel simbólico, representan oportunidades, de forma que si cuesta abrirlas, chirrían o tropiezan con obstáculos, puedes estar bloqueando la llegada de oportunidades a tu vida. También debes quitar todo lo que impida abrirlas por completo, como los percheros para albornoces, batas, pijamas, etc. Coloquialmente utilizamos la frase “se están abriendo puertas” para indicar la aparición de circunstancias favorables en nuestra vida.

Los pasillos en Feng Shui se consideran las arterias de la casa, son corredores por los que circula el Chi, cualquier obstáculo en ellos te acarreará falta de vitalidad y dificultades para seguir tu camino en la vida.

Los cajones son contenedores que mantienen fuera de la vista lo que hay dentro. Si la casa está ordenada y hay desorden dentro de los cajones, indica que te importa y cuidas más tu exterior que tu interior. Con respecto al cajón de los medicamentos, quédate sólo con lo necesario, no hagas acopio de medicinas que no sabes cuándo volverás a usarlas, ponte del lado de la salud y no de la enfermedad.

Las estanterías contienen información en forma de libros, dvd, cd’s, etc. Si hay desorden podría significar falta de concentración, demasiada información inaccesible o caos mental.


Los armarios se dividen en tres partes: si hay desorden en la parte inferior puede poner de manifiesto problemas de raíces, mala relación con la familia o dificultad para ganarse el sustento. En la parte media, puede estar indicando problemas emocionales o digestivos. Y en la parte alta estaría mostrando falta de claridad mental. En este apartado, haré mención especial a la ropa que guardas sin el menor indicio de que la vayas a volver a utilizar. Si estás guardando ropa “por si acaso”, inconscientemente estás enviando al Universo el mensaje de que no serás capaz de proporcionarte en el futuro aquello que necesites, es un pensamiento de escasez totalmente limitante.

Debajo de la cama sólo puedes guardar ropa limpia y bien doblada si quieres que tu descanso no se vea afectado.

Dicho esto, la siguiente pregunta es: ¿qué hago con los trastos?.

Cualquier objeto roto es inservible, por lo tanto lo reciclas o lo tiras, si no lo haces estás atrayendo a tu vida cosas rotas (relaciones rotas, promesas rotas, etc.). Si guardas relojes que no funcionen, arréglalos o deshazte de ellos. Un reloj roto marca un tiempo que no pasa, simbología que entenderás no es beneficiosa.

Debes devolver las cosas prestadas, pueden ser libros, ropa, cd’s, pequeños electrodomésticos, etc. Lo que no es tuyo “está ligado” a su dueño y tú, inconscientemente conectas con esa persona a través del objeto, con el desgaste energético que conlleva. Por la misma razón debes reclamar lo que has prestado a otras personas. Prestar conlleva un pacto que lleva implícito el devolver, sino sería regalar. Casi nunca se olvida quién nos prestó ni a quien hemos prestado.

Las fotografías representan hechos concretos, en momentos concretos. Revisa lo que quieres que permanezca congelado. Me he encontrado con personas que guardan fotos de sus anteriores relaciones y les extraña no encontrar pareja. 

También he visto personas que guardan fotos de una época infeliz para no olvidarla, lo peor es que, algunas veces, esas fotos de las malas rachas están desperdigadas por toda la casa, así que la imagen que la persona recibe de si misma es la de la pena, angustia o soledad. Conserva las que te hagan sentirte bien, las que reflejen momentos agradables de tu vida y colócalas en sitios estratégicos para que te conecten con esos sentimientos cuando las mires.

Los regalos que no te gustan, los objetos que mantienes en casa por obligación bajan tu nivel energético. Rodéate de cosas que te gusten, te inspiren y te animen. 

Hasta aquí he descrito algunos puntos relacionados con la posesión de objetos. Como siempre, la recomendación es que te pongas manos a la obra y dones, recicles o simplemente tires todo lo que hace tiempo que no utilizas... los beneficios serán inmediatos, y garantizado.

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