Los Amarillos

by - domingo, septiembre 08, 2019

Personas Amarillas:

Si, así llama Albert Espinosa a aquellas personas que no son ni tus amigos, ni tus parejas, ni tus amantes, ni siquiera tus conocidos.


Aquellas personas que se cruzan en tu vida y que de una manera u otra la marcan para siempre.

Quizás te dejan un mensaje importante, te enfrentan a una parte de ti que no conocías o te dicen la frase justa que necesitas escuchar en el momento exacto en el que la necesitas.

Puede que simplemente te inspiren con su historia y se marchen… o qué te las vuelvas a encontrar en el lugar más inesperado.

Ese chico que conociste en un curso y que después de meses te volviste a encontrar en la calle principal de tu ciudad, esa mujer con la charlaste varias horas bajo un toldo mientras pasaba una gran tormenta, ese viejecito que te dijo una frase sobre la vida que te marcó para siempre o esa persona con la en una sola conversación descubriste que tenías una complicidad que bien haría falta toda una vida para crearla.

Porque con las personas amarillas no hace falta crear confianza sino que ésta ya existe.


Así que puedes contarles cosas que no contarías a otras personas y sentirte tan cómodo que parece que lo hubieses conocido en otras vidas.

Las relaciones amarillas pueden duran minutos, horas, días e incluso varios encuentros intercalados a lo largo del tiempo, lo bueno de ellas es que a pesar de haberte aportado mucho en muy poco tiempo no las echas de menos.

Porque echar de menos incluye tener expectativas y las relaciones amarillas están basadas en la más pura y sana espontaneidad.

Si te la vuelves a encontrar aunque hayan pasado muchos años te garantizo que te alegraras de ver y de que esa conexión será tan intensa con el día que la conociste.

A lo largo de este texto se te ha venido a la cabeza más de una persona amarilla ¿Verdad?

Albert Espinosa dice que son una mezcla de amigos y amantes pero a la vez no son ninguna de las dos cosas. La atracción que sientes hacia ello es de un tipo completamente diferente a la amistad o al enamoramiento. Es una atracción ¡Amarilla!

Los Amarillos son gente buena por definición, con sus defectos, pero sin malicia ni falsedad. Son personas que sólo necesitan un gesto, una mirada o una sola palabra para conseguir que cambie tu día, tu perspectiva o que tu vida dé un giro. Nos hacen aprender, abrirnos al mundo y conocer mejor nuestras carencias. Las personas amarillas tienen ese don. No hace falta más. 

Una conversación con un amarillo deja poso, y la relación con un amarillo no necesita especiales cuidados, recordemos que no es una amistad o similar. Lo más importante es que un amarillo no necesita llamadas telefónicas, ni tiempo de cocción, tampoco que lo veas a menudo. Además, la gente amarilla no entiende de edad. Los reencuentros con los amarillos suceden como si no hubiera pasado el tiempo desde la última vez. Pero puede pasar que no haya reencuentros, también hay amarillos de un día.

¿Y por qué amarillo?

Porque el amarillo es el color de la calidez del sol, de la vida y así son las personas amarillas.

Cuanto más fluyas y te dejes llevar por la vida más probable será que personas amarillas se crucen por tu camino. "Porque los amarillos no se buscan, se encuentran."

Para mi son ángeles que se cruzan en tu camino, llegan con la misma magia que se van o que vuelven a aparecer al cabo del tiempo. Siempre dejan una valiosa lección.

Te ayudan a ver la vida de una manera más auténtica, comparten contigo ataques de risa, secretos de ultratumba, cervezas, sueños, canciones…

Tocan tu vida de una manera tan sutil que al día siguiente parece que tu vida sigue como si nada pero en realidad algo en ti ha cambiado.

Son tu espejo y pueden reflejar tanto tus mayores fortalezas como tus peores miedos.

Sin embargo la vida me ha enseñado que las mejores cosas suceden, y suceden cuando menos las esperas, cuando no tienes expectativas, cuando estás siendo tú mismo, cuando no tienes miedo.

Una vez que traspasas tus miedos, tus creencias limitantes, tu frustración, aparece la autenticidad, la espontaneidad y justo en ese momento es cuando se crea la magia.

Porque el mundo está lleno de personas y situaciones mágicas solo tienes que crear espacio suficiente en tu vida para permitirles entrar.



Albert los define así:

“Amarillo: Persona especial en nuestra vida que no necesita tiempo ni mantenimiento, a la que acariciamos y abrazamos. Marca nuestra vida y hay 23 a lo largo de ella. Las conversaciones con ellos hacen que mejoremos como personas y descubramos nuestras carencias. Son el nuevo eslabón de la amistad”.

Del mismo modo espero haberme acercado, al menos un poco, a presentarles el mundo Amarillo. Me conformo con eso. Pero lo que les pueda contar yo no alcanza ni por asomo a la vivencia de una experiencia amarilla de verdad. 

Por eso, recuerda: sólo hay que dejarse encontrar.

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