#1 Preguntate en que eres excelente
Ah bueno... No podía ser más profunda la pregunta, ¿no?
No. Para saber adónde apuntar, está bueno que te apoyes en tus fortalezas. Claro que podés usar cualquier camino para cumplir con tu objetivo, pero si no sabés en que eres buena, las posibilidades de desarrollo máximo se van acortando .
Aparte, imaginate que al arrancar tu emprendimiento, vas a laborar mucho. Seguramente tardes un rato en obtener una ganancia que te guste. Mientras tanto, si estás haciendo algo que te cuesta demasiado, sumándole que el dinero tarda en llegar, no te va a importar demasiado abandolarlo y probar otra cosa.
Entonces, ¿lo hacés sólo por dinero? ¿Lo hacés para dar una buena impresión a alguien? ¿O lo hacés porque sabés que de verdad podés ayudar a otros? Acuérdate de que todo vuelve, enfocate en lo que eres buena para que quien te compre, reciba lo mejor.
✨ Preguntate cuál sería el objetivo de tu negocio
Alejate un poco del espejo y mirá cada uno de los caminos que tienes para emprender.
Desde chica supe que el objetivo de mi vida era ayudar a los demás. Ahora que lo escribo, creo que todos nacimos con un poco de eso... Cuestión que si elegía la pastelería, podría haberme dedicado a hacer tortas saludables, por ejemplo. Si elegía el diseño, podría haberme dedicado a crear cosas sobre elementos ecológicos. Y si optaba por los viajes, podría haberme dedicado a viajar y trabajar para distintas organizaciones solidarias.
La verdad, ninguna de esas opciones me llamaban la atención. No me movían un pelo. Al principio, me emocionaba al planificar, pero a la hora de concretar, me sentía muy mal porque no sentía ni una sola emoción. Era como que volvía a trabajar por el sueño de alguien más.
Fue así que elegí la escritura como opción.. luego de imaginarme el siguiente punto:
✨ Imaginá cómo sería un día normal de trabajo para tu negocio.
Recuerdo que una vez dediqué dos días completos a crear cupcakes y cookies para un evento familiar bastante grande. Había planificado hacer cuatro variedades de tortitas para la mesa dulce y galletas glaseadas en dorado como souvenirs. Pensé que iba a disfrutar el reto, pero la realidad es que no veía la hora de terminar, lo que sentía era pura frustración.
Tal sentimiento me hizo ruido. ¿Cómo iba a elegir el camino de la pastelería si no me podía aguantar a mí misma en una producción no tan grande? Si tenía que cocinar para un casamiento o un cumple de 15, claramente me iba a pegar un tiro.
Un año después, sucedieron una serie de eventos que me llevaron a tomar la escritura como vía de escape, y cuando vi que podía pasar días enteros escribiendo - y disfrutándolo -, fue ahí que lo vi como una opción para emprender.
✨ Preguntate cómo es tu cliente ideal
Porque alguien te tiene que dar su dinero, obvio.
Me imagino que en esta instancia de tu vida ya habrás trabajado con personas. O al menos habrás estudiado en equipo. Las personas somos bastante jodidas, ¿viste?
Cuando emprendemos, muchas veces nos enfocamos en nosotras como dueñas de negocio, pero cuando llega el momento de enfrentarnos a nuestro cliente, nos damos cuenta de que en algo la pifiamos.
Durante unos meses, hice unos billetes vendiendo monedas digitales. Si bien yo no creaba esas monedas, tenía la posibilidad de comprarlas al mayor y revenderlas en sitios como Mercado Libre y otros. Sonaba divertido y me dejaba dinero. No tenía que pensarlo dos veces.
Fue hasta el momento en que me topé con dos hackers. El primero logró robarme una buena suma de dinero, y el segundo intentó robarme más, pero me adelanté al congelar mi cuenta.
Cuando empecé, no había tomado en cuenta que muchas de las personas que usaban esas monedas, eran capaces de hacer movidas sucias. O sea, sí lo sabía, pero no quise ver que a mí también me lo iban a hacer.
Claro que las movidas sucias existen en todas las áreas, pero a lo que voy es que yo no tenía ganas de lidiar con hackers. Ya bastante discuto con mi compañía de teléfono, como para encima andar persiguiendo a alguien que roba identidades.
Además de definir con quién NO querés trabajar y con quién sí, es importante que conozcas bien a tu cliente para el momento que tengas que crear nuevos productos o servicios.
✨ Si podés descartar, descartá.
¿Sabés qué? No tenés que hacer dinero de cada una de las cosas que te gusten hacer. No.
No sientas que para crear un negocio exitoso tienes que combinar todas tus pasiones. Puedes combinar dos o tres como mucho. Pero si puedes elegir como mucho dos, mejor.
Ojo, esto no quiere decir que dejes las otras actividades de lado. Obvio que puedes dedicarte a una cosa, y las otras las hacés para ti, tipo hobbies.
No está mal que NO conviertas tus hobbies en negocio. No es obligatorio.
Muchas veces escuchamos consejos inspiradores que son demasiado generales. Demasiado generales. "Seguí a tu corazón!!" Lo que no saben las personas que te tiran esa frase, es que tu corazón es muy grande y que le apasionan muchas cosas. Entonces, si puedes descartar aunque sea una para tu negocio, descartala. No te sientas mal. La practica en tu tiempo libre, no es el fin del mundo.
Ahora, si ves que puedes combinar tus pasiones en una. Hazlo, siempre y cuando, no pierdas de vista los puntos anteriores.
✨ Piensa fuera de la caja
¿Cómo corno terminé dedicándome a escribir y dejando todo lo demás como hobbie?
Sucedió que un día, una de mis bloggers españolas favoritas decidió mandar todo lo que estaba haciendo al carajo. Recuerdo que cada dos semanas escribía cosas grosas, que cautivaban a muchas creativas como yo. Su fuerte era la escritura.
Resulta que nos envió un mensaje diciendo que había decidido irse de viaje y que por eso dejó una serie de videos automatizados para enviarse las seis semanas siguientes. Los videos no me agradaron y dejé de seguirla. No es que no la banqué en sus viaje, sino que cuando mandó el mensaje, dijo que no le importaba si no nos gustaba lo nuevo, que ése era el camino que ella había elegido de ahí en más...
Me puse a buscar otras escritoras, y buscando y buscando me encontré con muchas bloggers que eran como yo. Creativas inadaptadas que recorrieron varios caminos para darse cuenta de que lo que les gustaba era escribir.
De hecho, compré varios de sus productos. Cuando vi el resumen de mi tarjeta, observé que había invertido bastante y que podría seguir invirtiendo porque realmente me ayudaban con mis problemas.
Fue en ese instante que me iluminé y me animé a pensar fuera de la caja, imaginándome en el lugar de esas escritoras, siendo capaz de producir contenido útil sobre cosas que yo sí me creía capaz de dominar.
Me salí tanto de la caja, que cuando hoy me preguntan a qué me dedico, la gente no me entiende.
Aún así, mi objetivo nunca fue agradarle a todo el mundo así que es así como sigo empujando para adelante.
LA REALIDAD ES QUE LA MEJOR MANERA DE OBTENER CLARIDAD ES OBSERVANDO TU PROPIO CAMINO, ENFOCÁNDOTE EN EL PRESENTE E INVIERTIENDO EN TU AUTOCONOCIMIENTO.
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