El ghosting es una forma de manipulación emocional y psicológica donde una persona que primero parece estar muy presente e interesada en ti, de un momento a otro desaparece por completo de tu vida (ya no lee o contesta tus mensajes o llamadas, no vuelve a buscarte e incluso te bloquea de las redes), sin mayor explicación o despedida, muchas veces con la intención de desequilibrarte emocionalmente y volverte vulnerable para poder someterte de una forma muy sutil: “estarás disponible para mí cuando yo quiera porque sé que tu dolor y tu angustia ante mi abandono te harán apegarte más a mí y aguantarme todo”.
El ghosting duele y altera mucho porque tenemos una herida de abandono o de rechazo muy importante que no hemos logrado resolver, de modo que cuando alguien nos fantasmea, revivimos el dolor de ese abandono o rechazo y no podemos dejar de pensar en el otro porque nuestro niño interno nunca logró despedirse o aceptar el rechazo o abandono sufrido en la infancia.
Cuando alguien te haga ghosting tienes que:
Ir corriendo con tu niño interno y decirle: “Te veo. Me quedo contigo. Lo siento mucho. Sé cuánto duele pero es hora de despedirte.”
A continuación pregúntate cuándo fue la primera vez que sentiste este dolor o angustia y cuando lo sepas permite que tu niño sienta, diga y exprese a esa persona o situación todo lo que necesite.
Cuando termine dile: “Ya todo pasó. Ahora logro verlo. Te doy permiso de dejar ir.”
Piensa en la persona que te está fantasmeando y dile: “Gracias por ayudarme a sanar esto. Te libero de mí. Estamos en paz”
Dile adiós a esa persona desde tu yo adulto y elige conscientemente no volver a dejarte manipular.
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