Qué quiere decir y si es verdad.
Desde hace algunos años se sabe que la enfermedad no existe, existen las personas que desarrollan enfermedades, si no, estaríamos todos afectados del mismo mal y no es así. También se sabe que lo que se dice se atrae, tanto lo bueno como lo malo. Igualmente notamos que hacer silencio (el silencio es otra manera de hablar… o no?) muchas veces es mejor que discutir. Respiren.
Hagan un experimento: traten de correr una maseta pensando en el mar celeste y vuelvan a hacerlo pero ésta vez trayendo a la mente un mal momento. Verán como un pensamiento negativo nos saca fuerza. Poner en práctica diariamente el cambio de molde mental de nuestros padres y abuelos y empezar a ver la vida como dicen nuestros hijos, nos va a salvar la vida.
Los chicos de ahora dicen: “no te hagas problema”, “no me importa lo que dicen los demás”, “lo voy a hacer cuando quiera” es un vuelco en la cultura. Y no estoy hablando de caminar desnuda por la plaza, NO!!!!!
Hablamos, por ejemplo de que no voy a ser esclava de mi casa y de la tierra que entra al abrir las ventanas, porque no soy cenicienta y la voy a limpiar cuando quiera, hablo de que si estar en pareja me hace mal voy a separarme sin mirar lo que piensan los que no viven lo que yo vivo, también de que no puedo estar arrastrando mi vida por un hecho del pasado que no puedo cambiar. Respiren.
La abundancia económica llega cuando empezamos a pensar de manera abundante, dejar propina, agradecer cuando se pagan los impuestos, regalar a las amistades sin quejarse de la parte que nos toca. Decir “no tengo un centavo” o “no tengo plata” cuando los hijos piden, es imprimir en su mente soy pobre. Respiren.
Somos lo que hablamos y si lo decimos, es porque lo pensamos. El yin y el yang es el pensamiento y el verbo, somos mitad lo que decimos y mitad lo que pensamos. Somos generadores de nuestra realidad.
Hay que cortar con el: “te vas a enfermar”, “vas a chocar”, “no tengo plata”, “me hace mal”. Hay que invadir el mundo de: “qué bien se te ve”, “hoy estoy mejor”, “gracias Dios por poder pagar”, “voy a juntarme con gente que me haga bien”, “qué hermoso día”.
¿Quieren saber cómo les caen a los demás? Vean a su alrededor.
Respire, pidan, hablen con su ángel, ríanse más, elijan cortar el mandato de estar mal para que sus hijos no piensen así. Y ¡¡¡¡¡escuchen a sus hijos!!!!! ellos son nuestros maestros, nacieron con más genes y menos prejuicios. Respiren, pongan música y canten.
Pueden estar en un bajón (todos lo tenemos), pero no se puede vivir en el bajón…nos vamos a quedar solas esperando que nos vean como víctimas, en vez de elegir renacer, y que nos vean como ejemplo de fuerza y vitalidad.
Como hablo >pienso, como pienso > es lo que obtengo.
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