Según los místicos cada alma progresa a través de cinco edades en la Tierra, y dos en planos superiores.
El alma es considerada como una esfera transparente, brillante, está ubicada en el chakra de la base del alma. Con frecuencia está coloreada en su entorno, es sensible, sufre cuando es sometida a la violencia. Es sabia, conoce el pasado, su aplicación al presente y al futuro.
El alma es nuestra parte mortal que puede volverse inmortal al fusionarse con el Ser Superior. Para lograrlo, el ser humano debe nutrirla y realizar un trabajo personal.
Cada edad involucra más y más altos niveles de percepción.
Alma “recién nacida”, es sin experiencia y lucha por sobrevivir en el plano físico.
Debe enseñársele lo que es correcto y lo que no lo es. Generalmente es supersticioso. Su sexualidad es animalesca. (Dicen que el nivel evolutivo del planeta ya no acepta estas almas)
“Alma bebé”. Estas almas tienden a ser muy firmes en sus creencias y si los confrontan se confunden y reacción hostilmente.
Son violentas. Hasta pueden pelear y matar. Carecen de pensamiento original (juicio propio) Creen en un Dios justo y castigador. Son ciudadanos responsables, pero buscan autoridad que les indique qué hacer y cómo proceder.
“Alma joven”. Motivados por el poder, las almas jóvenes luchan por posiciones de prominencia y riqueza: políticos, estrellas de cine, líderes religiosos.
Buscan lo que creen que les dará éxito (aunque en realidad no les guste eso) Tienden a buscar la fama, la riqueza y el poder a cualquier precio.
El alma joven es solo su cuerpo. Se identifican con su físico. El tema de la muerte les horroriza.(la vida se vive una vez)
“Alma madura”. Aquí la supervivencia en el mundo físico le ha permitido conseguir fama y poder.
Pero la persona se siente vacía e insatisfecha: Hay algo que le falta a mi vida, se cuestiona ¿Quién soy? ¿por qué estoy aquí? El alma comienza a buscar la verdad. Cambia sus emociones, hacia las relaciones del amor divino. Está abriéndose a lo espiritual. Buscan una relación que durará toda la vida.
“Alma vieja”. Habiendo dominado las lecciones del alma madura, ahora se embarca en la maestría de la existencia, o sea la espiritualidad.
Prefiere trabajar para sí misma, con los horarios que le gustan, y generalmente le infunde a su trabajo un concepto espiritual. Es fácil de llevarse con todos, y rara vez hace algo que no desea hacer. Las prácticas del alma vieja les pueden parecer extrañas a las almas jóvenes. Encuentran gozo rodeados de la naturaleza.
La clave de lo espiritual es que el hombre moderno consciente del alma, en su desarrollo de acuerdo a su edad actual:
0 a 11 años, primer ciclo infancia;
12 a 23 años, segundo ciclo, adolescencia;
24 a 35 años, tercer ciclo adulto emocional;
36 a 47 años, cuarto ciclo adulto profesional;
48 a 59 años, quinto ciclo, adulto espiritualizado;
60 a 71 años, sexto ciclo, adulto que cosecha;
72 a 83 años, séptimo ciclo, Yo Soy;
84 a 99 años, octavo ciclo, Rayo secreto.
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