Descubre las propiedades mágicas del oro y qué virtudes se le asocian.
El oro, además de ser uno de los metales más preciados y comunes de la humanidad, tiene un largo historial de adoración desde hace milenios, con muchos atributos incluso dentro del mundo del esoterismo.
Por su tono dorado, es evidente que se le relacione con el Sol y su magno poder. Es el metal y amuleto ideal justamente para Leo, signo que rige el astro.
El oro siempre ha sido relacionado con los lujos y riquezas, desde antiguas y milenarias culturas como la griega, china, árabe, persa, romana, hebrea y muchas más, como símbolo de poder y esplendor.
Además de ser encontrada en su estado puro en forma de pepita en ríos o en minas, también está la legendaria misión a cargo de alquimistas que buscaban convertir otros metales maleables en oro. Todo alquimista, brujo o mago quería experimentar con el poder único de este metal.
Quizá por su intenso color dorado, estas civilizaciones antiguas relacionaban al oro con el Sol, y con él, su gran brillo, energía que daba vida, lujo, riqueza y sobre todo, poder, así que era símbolo de estatus, esplendor y comodidad.
También el oro fue uno de los primeros metales usados para fabricar monedas, debido a su fácil ductibilidad y maleabilidad. Evidentemente, también se crearon adornos, joyas y hasta construcciones enteras con oro.
Pero más allá del adorno o uso en joyerías que le daban desde faraones, sacerdotes o figuras importantes dentro de cada cultura, también se le fue asignando un valor espiritual y hasta mágico, con varias creencias esotéricas que incluso permean hasta nuestros días.
Se creía que la luminosidad del oro, sacando la energía del Sol, podía ser un gran transmutador de energía, depurando las malas o negativas vibras en algo más positivo. Es por eso que comenzaron a portarse por todo el cuerpo.
También existía la creencia que portar mucho oro protegía no sólo de cualquier mal, sino de otras amenazas como la locura, por lo que gobernantes como faraones portaban muchos collares, oros y pulseras para que no recayera algún mal en ellos.
Hasta la fecha se cree que si portas un anillo de oro con tus iniciales grabadas equivale a contar con una protección que alejará la envidia y las malas energías en tu entorno.
En la Edad Media al parecer se creía también que si llevabas aros de oro en las orejas te protegían la vista, y en todos los tiempos los marineros llevaron aros de oro para evitar naufragios.
Además de sus aparentes poderes de protección, el oro también tiene propiedades curativas dentro del esoterismo. Una creencia curiosa dice que si a un niño le echaron mal de ojo, debes poner un objeto de oro dentro de un vaso de agua, y al día siguiente sacarlo y debe beberlo.
Hay otro mito similar relacionado al ganado, pues si están enfermos u ocurre algo malo en ellos, puedes introducir en el agua donde beben un objeto de oro durante toda una noche y podrían salir curados.
No obstante, también hay otras peculiares creencias relacionadas al oro, en el sentido de que si alguien se siente enfermo, hay quienes aseguran que si se pasa un anillo de oro por encima del área afectada o donde duele, puede ayudar a curarse.
Esto incluso puede aplicarse para ciertas afectaciones de la piel, como verrugas, granitos, acné, furúnculos o similares.
Además se cree que el oro modifica el aura de la persona dándole un color dorado, el cual es el mismo que tienen los santos en su aura y también está relacionado con la espiritualidad y la pureza.
El oro, por su símbolo de riqueza y prosperidad, también es frecuentemente usado en rituales donde queremos atraer más dinero y buena suerte a nuestras vidas. Lo más común es usar alguna monedita de oro o una pieza de joyería.
Encontrarás varios rituales para conseguir más dinero donde el oro sea uno de los ingredientes básicos. También hay ciertos rituales o supersticiones que involucran el oro, como frotar la joya o moneda de oro en tu billete de lotería por si quieres tener 'extra' suerte - y ver si te lo ganas.
En fin, por su simple conexión con el magnífico Sol, el oro es sin duda no sólo un símbolo de comodidad y lujo, sino un gran aliado en demostrarnos poder, riqueza, seguridad, protección y buena suerte.
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