El color es una parte inseparable de nuestro ser íntimo, aun cuando no siempre somos conscientes de ello. El color favorito revela aspectos de la personalidad, de las emociones, de los sentimientos, e incluso de las condiciones en que se encuentra el organismo, e influye en su comportamiento, en su bienestar, en su salud y la armonía del entorno.
Pensamos que nuestras elecciones de un color son fruto del azar y no somos conscientes, por ejemplo, de que si hemos elegido vestirnos con una prenda azul en lugar de un naranja, es porque teníamos necesidad de sosegarnos.
Es que los colores tienen efectos tanto positivos como negativos en los planos físico y emocional: proceden de la luz, y sin luz no hay vida.
Las vibraciones invisibles de los colores pueden relajarnos o estimularnos. La observación detenida de nuestras reacciones al color constituye un modo eficaz de autoconocernos y aprovechar las tonalidades ideales que necesitamos en determinados momentos y estados de ánimo.
Los terapeutas que trabajan con Cromoterapia dicen que el color es esencial para la salud. Si no lo tenemos somos atraídos a las tonalidades que necesitamos.
Las gamas cálidas del rojo, naranja o amarillo son expansivas y tienen un efecto estimulante en el estado de ánimo y en todo lo que tenga que ver con el sistema nervioso.
El verde es un color intermedio entre los extremos rojo y azul del espectro que favorece al equilibrio en los dos planos físico y cerebral. Los tonos azul, turquesa y violeta son claramente sedantes.
Cuando estamos muy enojados, nuestro organismo se sobrecarga de la vibración del rojo y hay que compensarlo visualizando o mirando intensamente algo de color verde.
Ahora si estamos demasiado tranquilos en una situación que requiere de mayor energía, cerremos los ojos e imaginemos que el color naranja nos inunda.
El amarillo te trae concentración y alegría, pero evitemos que sea el color preponderante en cualquier ambiente, especialmente laboral, ya que puede ser irritante y provocar desacuerdos entre las personas.
En todo caso combine con azul o verde para reequilibrar.
El color negro carece de luz y afecta a los riñones, sin embargo es favorito como el color ideal y elegante. El blanco beneficioso para estimular el cerebro.
El violeta es el color del misticismo, intuición, sensibilidad artística.
¿Por qué los colores?
Porque el cuerpo y la psique están íntimamente vinculados al color, a través de su misma evolución. Se utiliza en los alimentos y en la decoración de las habitaciones
Colores Oscuros
Los grises, marrones, azules fuertes, violetas, verdes oscuros, etc. nos transmiten sensaciones de tristeza, frío y agobio porque empequeñecen el espacio, y la gran mancha de color que nos rodea tiene un efecto amenazante para nosotros.
Hay que tener claro que todos ellos llevan en su composición gran cantidad de negro, igual al no color, la oscuridad, la noche.
Otro efecto que provocan es que absorben gran cantidad de luz y nos oscurecen y apagan el ambiente.
Posiblemente, algunos pensarán que estos colores son bonitos.
Esto es cierto, pero no son adecuados para paredes.
Otro efecto que producen es que a través de la reacción de nuestro sistema nervioso transmiten a nuestro cuerpo o por culpa del estímulo constante la clara sensación de frío; enfriando el ambiente constantemente y bajando la energía chi.
Colores Luminosos
Blanco, amarillo, celeste, naranja esmeralda, etc. tienen mucha luz y producen el efecto contrario, nos estimulan en exceso y excitan el sistema nervioso por culpa del exceso de luz.
Colores pastel ó pálidos. Son cálidos, envolventes, suaves.
Los tonos marfil, salmón, crema, arena, rosa pálido, etc. nos envuelven con su calidez y dan al ambiente amplitud, suavidad, armonía y belleza ya que son compatibles prácticamente con todos los elementos, y nunca nos producen cansancio.
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