Se afirma que la claridad mental experimentada en la meditación es similar, si no idéntica, a la claridad mental que experimentamos justo antes de quedarnos dormidos, durante una fracción de segundo después del orgasmo y durante el proceso de muerte.
La relación entre la muerte y el sueño está tan bien establecida que incluso hemos usado el término "descanso eterno" como eufemismo para la muerte. La relación entre el sexo y la muerte se describe en detalle en varios textos sobre yoga, y el término francés - l'petite morte, o la "pequeña muerte" se refiere al acto del orgasmo.
La relación fundamental entre las energías sexuales, creativas y psíquicas es bien conocida en la alquimia y la qabala, y es la razón principal para el desarrollo de períodos de restricción sexual, e incluso renuncia, para que haya suficiente energía física disponible para el trabajo ritual y alquímico.
Aquí la razón principal es simple: los fluidos sexuales son la fuerza más poderosa que tenemos a nuestra disposición. Con una nutrición y cuidados adecuados, puede crecer un solo óvulo y espermatozoide para crear un cuerpo humano. Sin embargo, para los hombres, la actividad sexual implica un enorme desperdicio, una actividad diseñada principalmente para continuar la existencia de la raza humana.
Si bien solo se necesita un espermatozoide para realizar la tarea, se desperdician millones en el proceso.
Se dice que este desperdicio de energía debilita y agota lentamente. Aquí nuevamente, vemos la idea de que dentro de la Semilla de la Vida se siembra la Semilla de la Muerte para que el cambio, la evolución y el progreso puedan continuar
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