Muchas veces despertamos pero no miramos: abrir los ojos por la mañana no quiere decir que veas, ni que te des cuenta de lo que hay a tu lado.
Sé feliz por el sólo hecho de despertar, de poder disfrutar de la vida: no importa que estación estés viviendo, cada una tiene su propia belleza; tu estado de ánimo no tiene nada que ver con el clima, lo que cuenta y hace la diferencia es tu propia actitud, por eso te digo mujer: hay que despertar los ojos y también con el corazón.
Abre las ventanas, saluda a tus vecinos, mira la alegría de los niños pasando por tu casa, sonríe siempre, huele el aroma de tu café, siente que la vida está dentro de ti y que sólo necesitas respirar para vivirlo.
Abraza y besa a tus hijos o a quien tengas contigo. Un corazón generoso alegra la vida de los demás, abraza a la persona que lo pasa mal. sal a la calle y mira a tu alrededor, porque a pesar de todas las tristezas y penas que la vida nos da cada día, siempre habrá razones para ser feliz.
No te quedes con lo malo, la vida es muy corta y la perdemos siempre pensando en tonterias que no nos llevan por ningún camino bueno.
Siéntete guapa, escucha música, pon paz en tu corazón... teniendo tantas cosas positivas dentro de ti, reparte y que todos se contagien con tu alegría.
Regala besos sólo porque sí, no tiene que haber razones especiales para decir un "te quiero" a cualquier persona que se cruce contigo.
Quizás no te des cuenta, pero al hacerlo estás regalando amor y alegrando corazones rotos y fortaleciendo corazones felices.
Pero lo mejor de todo es que estás contenta con la vida, y eso se te notará y todos los harán.
Nunca te despiertes con palabras como estas: "ay que cansada estoy", o "ya no tengo edad para ser feliz o para hacer tal cosas"... NUNCA lo digas.
No importa los años que tengan nuestros cuerpos: si son pocos, aprovechemos y gocemos nuestra juventud; y si son muchos, usemos la experiencia acumulada, que nos ayude a recordar que cada día es algo valioso, un regalo divino.
No eres la talla de Tu sostèn ni eres la anchura de tu cintura. No eres el color de tu pelo, el color de tu piel o el color de tu lápiz de labios. No eres como vistes o como calzas.
Eres las cosas con las que sonries y las palabras que dices.
Eres los sentimientos y los pensamientos que tienes.
Eres hermosa, no por la forma de tu cuerpo, sino por la calidad de persona que eres.
Camina por la vida y descubre su belleza, No pierdas un minuto de tu vida con personas que te hacen mal, apártalas de tu lado.
Hoy sé feliz, reparte alegría Sí estás cansada piensa que tus arrugas las pone un escultor llamado vida, serás un hermoso retrato.
Disfruta de los recuerdos, de los amores que has tenido, la sonrisa de tus hijos y los besos de tus nietos... cada momento es único en nuestras vidas.
Hay que vivir enamorada de la vida, con agradecimiento porque te han regalado un pedacito de cielo aquí en la tierra.
Vive feliz y sonríe... porque eres así: una mujer hermosa y agradecida con la vida...
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