Un consejo de brujas es colocar campanas en la puerta para ahuyentar espíritus no deseados. Se colocan tres campanas mientras se recita:
"Protege mi hogar, campanas de la puerta, solo permite que entren bendiciones en este piso, bloquea todo mal y que solo el bien entre en nuestros corazones".
El mito de que el sonido de las campanas ahuyenta el mal ha permanecido incluso en la presencia de éstas mismas en las iglesias.
En Inkberrrow, Worcestershire, Inglaterra, corre la leyenda que la iglesia había sido completamente desmantelada por las hadas, y no fue hasta que se incorporaron las campanas que las ahuyentó y jamás volvieron a verse en ese lugar.
Existen muchas supersticiones alrededor de las campanas, ¡incluso de curar la locura y la depresión!.
Se creía que el simple sonido de las campanas purificaban el aire y espantaban la pestilencia y las plagas.
También se creía que podía acelerar el trabajo de parto para las mujeres que estaban batallando en el proceso de dar a luz. Esto se practico durante muchos siglos hasta bien entrado el siglo 19.
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