En la Magia Natural conocemos la capacidad de proyección que tienen los cristales, comenzamos a observarlos de formar diferente y observar sus procesos de limpieza, recarga y programación. Existen métodos diversos para cargar y limpiarlas, la Luna llena es una de ellas.
El cuarzo es un mineral muy común (formado por silicio y oxígeno) y relativamenente fácil de encontrar, pues forma parte de la composición mineral de casi todas las rocas existentes, razón además por la que se le llama cristal de roca. Su formación se debe a un proceso químico que dan lugar a la cristalización y a los distintos efectos vibratorios y energéticos que posee.
Hablar de energía es hablar de vibración. El cuarzo es pura energía universal (materia prima del universo). Es el ADN de la tierra y debido a sus propiedades moleculares y a través de una descarga eléctrica es capaz de transformar, absorber, equilibrar y proyectar energía en la masa con la que toma contacto.
LA LUNA:
La fuerza de atracción de la Luna es entre 2 y 3 veces mayor que la del Sol, debido a la cercanía del satélite. El origen de las mareas se produce en el interior de los océanos, prolongando su efecto hacia los litorales costeros de todo La Tierra y dando lugar a las subidas y bajadas del mar, con esta energía, imagina lo que es recargar nuestros cristales principalmente con la luna llena.
Dejar las piedras bajo su influencia y recuperarlas antes del amanecer, las impregna de grandes influjos psíquicos y mágicos.
El cuarzo ayuda a limpiar la basura emocional acumulada, ayudando al cuerpo a restablecer el equilibrio y curarse por sí mismo a nivel físico, emocional, mental y espiritual.
Nos ayuda a reequilibrar los centros energéticos que están en desarmonía y ayudan a restablecer el orden perdido.
Los cristales de cuarzo son capaces de absorber la energía negativa que se desprende de los distintos tratamientos químicos, ayudando a la regeneración celular.
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