miércoles, 24 de marzo de 2021

La Paz. Para Crecer Espiritualmente

No es necesario crear un ambiente perfecto, retirarnos del mundo, o que no haya negatividad a nuestro alrededor.

Estamos aquí para descubrir nuestro Ser, en medio de los distintos tipos de energía, que están presentes en el mundo.

Podemos crecer y encontrar el amor en nuestro corazón, incluso alrededor de personas que no tienen una vibración similar a la nuestra.

Había una vez una reina que ofreció un gran premio al artista que pudiera plasmar en una pintura, la paz perfecta.

Muchos artistas lo intentaron y presentaron sus obras en el palacio de la reina, el gran día había llegado.
La reina observó y admiró todas las pinturas, pero solo hubo dos que realmente le gustaron, y tuvo que escoger entre ellas.

La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto, donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre estas se encontraba un cielo muy azul, con tenues nubes blancas.

Todos los que miraron esta pintura, pensaron que reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura también tenía montañas, pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso, del que caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico.

Pero cuando la reina observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca.

En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en medio de su nido ...

Paz perfecta.

El pueblo entero se preguntaba que cuadro elegiría la reina.

La sabia reina escogió la segunda, y explicó a la gente el por qué...

Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor.

Paz significa que a pesar de estar en medio de estas cosas, permanecemos calmados dentro de nuestro corazón.

La medida de nuestro crecimiento espiritual, es la paz que sentimos, y que irradiamos.



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