Dar gracias por la comida antes de comer es una tradición milenaria, que se remonta a los antiguos egipcios. Con el ritmo acelerado del siglo XXl, dedicar unos momentos a dar gracias por una comida se ha ido dejando cada vez más de lado. ¡Pero utilizar el simple acto de comer y beber como una oportunidad para estar agradecido aumentará de manera exponencial la magia en tu vida!
Si piensas en algún momento en que hayas tenido mucha hambre, recordarás que no podías pensar o funcionar con normalidad, que te sentías débil, puede que hasta empezaras a temblar, que tu mente se volviera confusa y que tuvieras un bajón emocional. ¡Todo esto puede suceder por estar tan sólo unas pocas horas sin comer! Necesitamos comida para vivir, pensar y sentirnos bien, por lo tanto, hay muchas razones para dar gracias por la comida.
Para sentir todavía más gratitud por la comida, piensa un momento en todas las personas que han contribuido para que puedas tener tu comida.
Para que comas fruta y verdura fresca, los agricultores han tenido que plantar y cuidar la fruta y las verduras regándolas constantemente, protegiéndolas durante muchos meses hasta que estén listas para la cosecha. Luego están los recolectores, empaquetadores, distribuidores y transportistas que conducen largas distancias día y noche, todos ellos trabajan juntos en perfecta armonía para garantizar que las frutas y verduras lleguen frescas hasta ti, y estén a tu disposición todo el año.
Piensa en los ganaderos, pescadores, productores de lácteos, cultivadores de café y té, y en todas las compañías de alimentos envasados que trabajan incansablemente para producir la comida con la que nos alimentamos.
La producción mundial de alimentos es una imponente orquestación que tiene lugar todos los días, y parece increíble que todo eso funcione cuando piensas en la cantidad de personas que participan en el suministro mundial de alimentos y bebidas a las tiendas, restaurantes, supermercados, cafés, aviones, escuelas, hospitales y todos los hogares del planeta.
¡La comida es un regalo! Es un regalo de la naturaleza, porque si la naturaleza no nos proporcionara la tierra, los nutrientes y el agua para cultivar los alimentos no tendríamos nada que comer.
Sin agua, no habría comida, vegetación, animales o vida humana. Utilizamos el agua para cocinar, cultivar los alimentos, conservar nuestros jardines, hacer funcionar nuestros cuartos de baño, mantener todos los vehículos que se mueven, mantener hospitales, refinerías, minas, fábricas, para facilitar el transporte, construir nuestras carreteras, fabricar nuestra ropa y todos los productos de consumo y electrodomésticos del planeta, para fabricar plástico, vidrio y metal, para producir medicamentos que salvarán nuestras vidas, y para construir nuestros hogares y todo tipo de edificios e infraestructuras. Y el agua mantiene con vida a nuestro cuerpo. ¡Agua, agua, agua, gloriosa agua!
“Si hay magia en este planeta está en el agua.” LOREN EISELEY
¿Dónde estaríamos sin comida y agua? Sencillamente, no estaríamos aquí. Ni tampoco ningún miembro de nuestra familia o amistades. No tendríamos este día, ni ningún mañana. Pero aquí estamos todos juntos en este hermoso planeta, viviendo la vida con sus retos y grandes alegrías, ¡gracias a los regalos de la naturaleza de comida y agua! Decir la sencilla palabra mágica, gracias, antes de comer o beber cualquier cosa es un acto de reconocimiento y gratitud por el milagro de la comida y el agua.
Lo más increíble es que cuando das las gracias por la comida y el agua, no sólo afecta a tu vida; tu gratitud también repercute en el suministro mundial. Si hubiera suficientes personas que sintieran agradecimiento por la comida y por el agua, eso ayudaría a las personas que se están muriendo de hambre y que pasan tantas dificultades. Por la ley de la atracción, y la ley de la acción y reacción de Newton, la acción de la gratitud masiva ha de producir una reacción masiva idéntica, lo que cambiaría las circunstancias de escasez de alimentos y agua para todos los habitantes del planeta.
Además, tu gratitud por la comida y el agua hará que siga la magia en tu vida, y tejerá su glorioso hilo de oro a través de todo lo que aprecias, de todo lo que deseas, y de todo aquello con lo que sueñas.
Antiguamente, la gente creía que cuando bendecía su comida y agua con gratitud, ésta purificaba todo lo que bendecía, y cuando vemos las teorías y descubrimientos de la física cuántica en los últimos tiempos, como el efecto observador, es muy probable que los antiguos tuvieran razón. El efecto observador en la física cuántica se refiere a los cambios que tienen lugar durante el proceso de observación de cualquier cosa. ¿Has pensado que si concentras tu gratitud en la comida y la bebida puedes cambiar su estructura energética y purificarlas de tal modo, que todo lo que consumes tenga el efecto del bienestar corporal máximo?
Una de las formas de experimentar la magia de la gratitud al instante con la comida y la bebida es saborear realmente lo que comes y lo que bebes. Cuando saboreas tu comida o bebida la estás valorando, o estás siendo agradecido. Haz un experimento, la próxima vez que estés comiendo o bebiendo algo, cuando des un bocado te concentras en el sabor de los alimentos en tu boca o en el sabor del líquido antes de tragártelo. Descubrirás que cuando te concentras en la comida o en la bebida en tu boca, y las saboreas, los sabores parecen explotar, y cuando no te concentras, los sabores se debilitan de manera espectacular. ¡Es tu energía de la concentración y de la gratitud lo que realza el sabor al instante!
Hoy, antes de comer o beber cualquier cosa, tanto si estás a punto de tomar la comida principal, como una fruta o un tentempié, o cuando vayas a beber algo, aunque sea agua, detente un momento a observar lo que estás a punto de comer o beber, y mentalmente o en voz alta di la palabra mágica, ¡gracias!
Y si puedes, da sólo un bocado saboreándolo; esto no sólo aumentará tu placer, sino que te ayudará a sentir más gratitud.
También puedes probar algo que hago yo, que me ayuda a sentir todavía más gratitud.
Cuando digo la palabra mágica, paso mis dedos sobre mi comida o bebida como si le estuviera echando polvos mágicos, e imagino que esos polvos mágicos purifican al instante todo lo que tocan. Hacer esto me ha ayudado a sentir realmente que la gratitud es el ingrediente mágico, ¡y quiero añadirlo a todo lo que como y bebo! Si te resulta más eficaz puedes imaginar que tienes un salero de polvos mágicos en la mano y que echas polvos mágicos por toda la comida antes de comértela, y en todo lo que bebes.
Si en algún momento del día te olvidas de repetir la palabra mágica, gracias, antes de comer o de beber, en cuanto lo recuerdes, cierra los ojos, vuelve al momento en que te olvidaste, visualízate mentalmente durante uno o dos segundos antes de comer o de beber y di la palabra mágica.
Dar gracias por las cosas simples de la vida, como la comida y el agua, es una de las formas más profundas de expresar la gratitud, y cuando puedas sentir ese grado de gratitud, verás como se produce la magia.
Ejercicio
El Ingrediente Mágico
Enumera Tus Bendiciones. Haz una lista de diez bendiciones. Escribe por qué estás agradecido. Relee tu lista, y al final de cada bendición di gracias, gracias, gracias, y siente la gratitud por esa bendición con la máxima intensidad posible.
Hoy, antes de comer o beber cualquier cosa, mira un momento lo que vas a comer o beber, y di mentalmente o en voz alta la palabra mágica, ¡gracias! Si quieres puedes espolvorear tu comida o bebida con polvos mágicos.
Hoy, antes de irte a dormir, toma tu Piedra Mágica en la mano, y di la palabra mágica, gracias, por lo mejor que te ha pasado durante el día.
HOY DA GRACIAS ANTES DE COMER Y BEBER
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