martes, 13 de octubre de 2020

Día 23... El Aire Mágico que Respiras

“Es perfectamente posible salir a dar un paseo a primera hora de la mañana y regresar convertido en una persona distinta: cautivada, encantada.” MARY ELLEN CHASE 

Si hace unos años alguien me hubiera dicho que diera gracias por el aire que respiro, habría pensado que esa persona estaba loca. No habría tenido ningún sentido para mí; ¿por qué debería alguien estar agradecido por el aire que respira? Pero a medida que mi vida cambiaba con la utilización de la gratitud, las cosas que daba por hechas o en las que no había reparado se convirtieron en un milagro incuestionable para mí. Pasé de preocuparme por las cosas insignificantes de mi pequeño mundo y vida cotidiana, a abrir los ojos, a ver la imagen completa y a maravillarme del Universo.

Como dijo el gran científico Newton, «Cuando contemplo el sistema solar, veo que la Tierra se encuentra a la distancia exacta del Sol para recibir la dosis adecuada de calor y luz. Esto no ha sucedido por casualidad».

Estas palabras me hicieron reflexionar mucho sobre la visión de conjunto. No es casualidad que haya una atmósfera protectora que nos rodee, y que no haya aire ni oxígeno fuera de ella. No es casualidad que los árboles desprendan oxígeno para que nuestra atmósfera se renueve constantemente. No es casualidad que nuestro sistema solar esté perfectamente situado, porque si estuviéramos en alguna otra parte de la galaxia probablemente ya no existiríamos debido a la radiación cósmica. Hay miles de parámetros y coeficientes que favorecen la vida en la Tierra; todos ellos están en el filo de la navaja, y es esencial que estén bien ajustados porque una fracción de diferencia en alguno de estos parámetros y coeficientes haría imposible la vida en el planeta Tierra. 

Cuesta creer que alguna de estas cosas haya sucedido por casualidad. Parece que han sido perfectamente diseñadas, perfectamente situadas, perfectamente equilibradas, ¡para nosotros! Cuando de pronto te das cuenta de que todas estas cosas puede que no sean por casualidad, y que el equilibrio de cada elemento microscópico que rodea o habita la Tierra, está en perfecta armonía para apoyarnos, sentirás una enorme gratitud por la vida, porque ¡todo se ha hecho para sustentarte!

El aire mágico que respiras no es casualidad ni un capricho de la naturaleza. Cuando piensas en la inmensidad de lo que ha de suceder en el Universo para que tengamos aire,el hecho de respirar y llenar tu cuerpo de aire te dejará sin aliento en todos los sentidos. Respiramos una y otra vez y nunca pensamos en el hecho de que siempre hay aire para que respiremos. Sin embargo, el oxígeno es uno de los elementos más abundantes de nuestro cuerpo, y cuando respiramos, nutre cada célula de nuestro cuerpo para que podamos seguir viviendo.

El don más precioso de nuestra vida es el aire, porque sin él, nadie viviría más de unos minutos. Cuando empecé a utilizar el poder mágico de la gratitud, lo utilicé para muchas de las cosas personales que quería. Y funcionó. Pero cuando empecé a estar agradecida por los verdaderos regalos de la vida, fue cuando experimenté el poder esencial de la gratitud. Cuanto más agradecida estaba por una puesta de sol, un árbol, el mar, el rocío, la hierba, mi vida y las personas que hay en ella, todas las cosas materiales con las que había soñado llovieron sobre mí. Ahora entiendo por qué sucedió de ese modo. Cuando podemos estar verdaderamente agradecidos por los maravillosos regalos de la vida y la naturaleza, como el aire mágico que respiramos, hemos alcanzado uno de los niveles más profundos posibles de gratitud. Y quienquiera que goce de ese nivel de profundidad en la gratitud recibirá abundancia total.

Si lo deseas, más adelante puedes hacer una variante del ejercicio: imagina que respiras gratitud y que te llenas de la misma cada vez que tomas aire. Las antiguas enseñanzas dicen que cuando una persona llega al punto de sentirse profundamente agradecida por el aire que respira, su gratitud habrá alcanzado un nuevo nivel de poder, y se habrá convertido en la verdadera alquimista, ¡que puede convertir en oro cualquier parte de su vida



Ejercicio

El Aire Mágico que Respiras

Enumera Tus Bendiciones. Haz una lista de diez bendiciones. Escribe por qué estás agradecido. Relee tu lista, y al final de cada bendición di gracias, gracias, gracias, y siente la gratitud por esa bendición con la máxima intensidad posible.

Hoy, cinco veces al día, dedica unos momentos a ser consciente del maravilloso aire que respiras. Respira cinco veces a consciencia, experimenta cómo se mueve al aire dentro de tu cuerpo, y siente el gozo de expulsarlo.

Tras haber hecho cinco respiraciones, di las palabras mágicas: Gracias por el aire mágico que respiro. Siente ese agradecimiento por el precioso aire vivificador que respiras con todas tus fuerzas.

Hoy antes de irte a dormir, toma tu Piedra Mágica en la mano, y di la palabra mágica, gracias, por lo mejor que te ha pasado durante el día

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