sábado, 15 de febrero de 2020

El misterio de la atracción mental: dos almas que se acarician

A veces, dos almas se encuentran como lo hacen las estrellas más antiguas del firmamento.


La atracción física es algo fuerte, intenso, descontrolado… Lo sabemos y nos encanta. Sin embargo, la auténtica magia que caracteriza a esas relaciones más auténticas y estables se halla en un equilibrio ideal entre ambas dimensiones, ahí donde la seducción mental es cada día el ingrediente más descarado, el más vívido y emocionante.

Asimismo, si nos detenemos a ahondar un poco en las claves de la auténtica atracción mental nos daremos cuenta de que, efectivamente, hay muy poco de sobrenatural en ella, pero sí mucho de emociones, de química y de ese tipo de intuición enterrada en nuestro inconsciente que nos dice que es él o ella la persona que en este momento presente, más nos conviene.

El primer aspecto es sin duda la reciprocidad, algo tan básico como ser respondidos de forma positiva, sentirnos reconocidos valorados y vernos como figuras importante a ojosde otra persona, conforma una atracción muy significativa.

La atracción mental confluye también en intereses semejantes, en ver el mundo desde una misma perspectiva y bajo unos mismos principios. Pueden haber diferencias en algunos aspectos, claro está, pero esas pequeñas disonancias son respetadas e incluso valoradas.

Asimismo, la atracción mental se enciende a través del desafío. Hay personas que nos hacen sentirnos vivos, que nos retan con su mirada, con sus conocimientos, con esa sutil combinación donde lo familiar se entremezcla con lo desconocido. Poco a poco, se configura algo que nos emociona, que llena nuestra mente para, irremediablemente, encender nuestro corazón y dejar que nuestras almas se acaricien.

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